5.01.2012
Caffeine Free
He cogido una de las coca-colas que J. trajo ayer del trabajo. Mientras bebía, me di cuenta de que tenía un brillo dorado. Y entonces es cuando he leído en su lomo que no tenía cafeína. Me ha desinflado. Una lata de mierda me ha desinflado. Y se me han quitado las ganas de seguir buscando e-zines, y revistas, y journals y su madre para mandarle mis poemas, que son demasiado formalistas, o demasiado sucios, o demasiado controvertidos porque hablo de hacerle una mamada a Jesús en la cruz, o de la rata que encontramos en el jardín, muerta y dada la vuelta. Y utilizo sonetos, y villanelles, y utilizo lenguaje arcaico o la palabra follar, y parece ser que no intereso porque soy inestable, o demasiado antigua.Pero sigo escribiendo en los cuadernos viejos que encuentro en los cajones. Y sueño con que un día mis coca-colas vendrán con cafeína.
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