5.25.2008

A wasted life is bitter spent

El verano ya está aquí. Hace unos meses ni siquiera podía imaginar que acabaría tostándome en mi terraza. Un rato de cara, otro de espaldas. Los restos de crema en tu toalla de playa.
Una vez soñé que me lamías la marca del bikini, pero he olvidado por completo si tú eras tú o si tenías la forma de otro.
No sé si te acordarás de la vez que fuimos a esa plaza y metí los pies en la fuente. A ti te pareció gracioso los 25 primeros segundos. Luego lo catalogaste de "repulsivo hasta la arcada". A mí eso es lo que me hizo reír esa tarde. Todos los paseos, las conversaciones creyéndonos inteligentes y las sesiones interminables de sexo eran sólo un preludio a este momento. Este momento de sol, piedras calientes y sudor en el ombligo. Y la custodia de tu toalla en el disfrute de tu ausencia.

5.24.2008

You're death and living reconciled

Conducir de noche es una maravilla. P suele recostarse en el asiento del copiloto y pone los pies sobre el salpicadero. De vez en cuando fuma algún cigarrillo, pero sólo si las ventanas están abiertas. Siempre recorremos cientos de kilómetros en una sola noche. Vamos y volvemos. Es nuestra ilusión de libertad. Vamos, nos mojamos los pies y volvemos. A veces follamos en la playa. Otras, en el bosque.

Los dedos de P están pintados de un rojo desconchado.

Cuando volvemos, ella suele entrar de puntillas en su casa. No creo que lo haga para no despertar a nadie porque no es ni tan cuidadosa ni tan altruista. Nunca me quedo a dormir con ella, pero, si lo hago, suele acurrucarse de espaldas a mí. Suelo besarle las corvas mientras duerme. Y suelo pensar en que es un potrillo desbocado y que un día la van a atar a una verja. Quizás vaya a verla y a besarle el hueco de las rodillas cuando eso suceda.

5.23.2008

I love you 'cause I've chosen darkness

Te lo diré una sola vez. Lo susurraré de tal manera que tendrás que prestar mucha atención para entenderlo. Sera en uno de esos días de lluvia en los que siempre te veo. El agua resbalará por las marquesinas y nos mojaremos las chaquetas al pasar por debajo. Probablemente tú me contarás un millón de cosas mientras que yo buscaré tu mano por los bolsillos de tu chaqueta. Los dedos helados y perdidos como las llaves de mi casa. Entonces, cuando tú busques el bono-metro entre todos los papeles de tu cartera, yo te lo soplaré despacio, en la oreja. Será una brisa de palabras. No volverá a repetirse. No es necesario.Porque ya sabes qué es lo que está pasando.
Para celebrarlo bailaré por los pasillos del metro y tú reirás. Y bailarás conmigo mientras la gente nos odia.

5.22.2008

The secret of my mystery, will never see the dawn

Él estaba sentado en la cama. Ella entró en la habitación y se acercó a su cuerpo, arrastrando los pies. Metió los dedos entre su pelo, propinando una caricia tan fuerte que hizo que él inclinase la cabeza hacia atrás, dejando que la luz del techo iluminase su cuello. "¿Te he dicho alguna vez que me encanta tu pelo?"
Él sonrió.

5.21.2008

Slam (of a door)

Las magdalenas son siempre una buena idea. Puedes comprarlas (si no sabes cómo hacerlas) y ponerlas en una pequeña cesta. Te presentas en la puerta de tu nuevo vecino y llamas al timbre. Entonces, él abrirá y te agradecerá el detalle. Las magdalenas se pueden comer en el desayuno con leche, café o incluso zumo. Tu vecino y su familia se comerán todos tus bollos y tú te quedarás en la puerta, helada. El fantasma de las vacaciones pasadas y su brisa de verano acaban de cerrarte la puerta en las narices.

5.20.2008

It's my lie, pt 23



La sangre en las venas y el dolor en las sienes.

Es pura impotencia. Querer abrazarte fuerte y lamerte el cuello, pero ser incapaz de darlo por finiquitado.
Como el condenado a muerte que pide una cena magnífica, yo pido una noche como las de antaño. Madrugadas de besos, de dedos entre las piernas, de sonrisas furtivas y conversaciones sobre banalidades que dan sentido a todo.
Y luego los guiños. Y el pensar en ti los días posteriores. Ir en el metro recordando tus lunares y algún detalle de índole sexual que hace que la espina dorsal me dé latigazos.

Repitamos toda esa magnificencia cuanto antes. Yo me pondré un bombín y me pasearé desnuda por tu habitación. Despertaremos a los vecinos y beberemos todo ese vodka que quedó pendiente un día.

Perdóname, pero no puedo concentrarme en otra cosa más que en el sudor de tu espalda resbalándose entre mis dedos.

Follemos de nuevo.

5.19.2008

Limps

Hacía frío esa mañana. Era un frío punzante que te aprisionaba las costillas y te arrebataba el aliento. Los ojos lloran cristales y las falanges se amoratan. De camino a la escuela, el pequeño Jorge hunde su carita en el cuello del abrigo acolchado que su madre, con tanto mimo, le ha recogido de la tintorería. Pisa con cuidado la calle principal, que tiene retazos de escarcha y canturrea la canción de un anuncio de telefonía. Jota, que así le llama su hermana mayor, se mira el reloj y emprende una carrera, ya que llega tarde a clase.
Es triste rememorar esa cruenta mañana, ya que el pequeño y alegre Jorge siempre supo que, tarde o temprano, se darían cuenta de lo que estaba a punto de hacer. Yo le miraba a los ojos ese día, mientras estábamos en clase y le veía horriblemente contento. Esa mañana, Jorge me besó por primera y última vez en los baños de los profesores. Esa tarde todo se desencadenó y sólo volví a ver a Jorge, de traje, en televisión. Uno de los recuerdos de mi infancia es Remedios, la profesora de Lengua Castellana, llorando en el recreo, cogiéndose la cara con las manos. Ríos de colores oscuros por sus mejillas y el tiempo de ocio teñido de tragedia.

Toda una vida reducida a eso, a recordarle y a intentar contar, lo mejor posible, su decadencia.

5.16.2008

Day and night, night and day



Propuso que nos quitásemos los zapatos. Yo accedí, maravillada, ya que deambular descalza es una adicción confesada. Puso un cd en el estéreo abandonado de la sala, donde sólo quedábamos nosotros y el confeti en el suelo, acompañando con cansancio al champán malgastado. Me atrajo hacia sí, me agarró de la cintura y apoyó su nariz en mi pelo. Durante 3 minutos, el mundo paró. Sólo existía él y su fuerza gravitatoria, convirtiéndome a mí en un satélite de su cuerpo. Él susurró que yo olía genial y yo moría de ganas de decirle que le amaba en ese mismo momento. El mundo se desvanecía pero su calor era algo que nunca podría morir. Absorbí todo lo que pude de esa pequeña eternidad, memoricé cada uno de los pliegues de su camisa, añoré con antelación sus labios. Cuando la canción terminó, él estaba inclinado hacia mí, haciéndome levitar. El suelo tembló con aquel beso y aún siento cómo mis piernas no están del todo derechas.

5.14.2008

You want it, you need it, the words slip away

Soltó una carcajada. En la mesa se amontonaban las coca colas, las hamburguesas, los sándwiches de queso. Centro la vista en mi batido de vainilla para no verle las legañas de rímel. Por lo visto su vida era interesantísima y se había acostado con el triple de chicos que yo. También probablemente habrá tenido el triple de preocupaciones.
La mezcla de lástima y asco inunda mis pensamientos. Yo soplo por la pajita y hago pompas color crema. A ella le molestaba el ruido y me recriminó. Sueño con escupirle en el pelo peinado 2 horas antes frente al espejo, pero me encomiendo y trago.
Siempre acabo tragando.

5.08.2008

So sick and tired of all these pictures of me

Escribamos la historia de cómo decidimos no comernos el mundo.
El conformismo se apoderó de nosotros una tarde de marzo.
Pensé que todo estaría perdido después del huracán pero me equivocaba.
El secreto reside en no creerse especial.
Las claves del éxito están escondidas en los libros que acariciamos cuando pasamos una y otra vez por la misma librería pero que jamás nos compraremos.
¿Para qué si los puedo coger de la biblioteca?.
Es curioso que siempre leamos las mismas reseñas y miremos las mismas portadas, pero, pasado un tiempo prudencial, tendemos a quitarle misterio.


(Este es otro de esos textos menores que pretenden quitarnos de la cabeza a la gran obra maestra.)

(Que no sirva como precedente)

He tenido un momento de melancolía y de retroceso. He estado leyendo escritos y mirando los contactos de mi messenger y me he dado cuenta de que existe una pequeña diferencia entre la gente que me conocía y la gente que me conoce. La gente que me conocía y por la que he llorado, pataleado y preocupado, simplemente me ha desadmitido de su vida y de sus redes sociales. También he encontrado una evolución en mi escritura y tiene que ver con la privacidad. Me he vuelto una impúdica cínica y ya no cuento las cosas desde el punto de vista personal, sino que me centro en la literatura y en vender las tripas que me quedan.

Creo que debería borrarlo casi todo. La noche se tiñe de un patetismo y una tristeza suprema.




Y, ahora, volvamos a la ficción.

5.06.2008

I am staying right beside you

Qué tarde es, vete a la cama. ¿No tienes sueño? Yo tampoco. Podemos ver una peli si quieres. O algún capítulo de la serie que elijas. Lo sé, hace muchísimo calor. Podemos desnudarnos y comer helado. ¿No dices nada? ¿Qué quieres? ¿Que nos quedemos aquí mirándonos, a oscuras?

Y las manos junto a las manos. Rodarán cabezas hasta llegar a tu cuerpo. Los labios que besan los dedos mientras los ojos se tornan. El ritmo aletargado del día exige bocanadas de vida nocturna.

¿Qué pretendes con esa sonrisa?

5.05.2008

One of these mornings you're gonna rise up singing

Se dibujan ante nosotros todas las posibilidades del mundo. Podemos ir en bicicleta por el barrio, tú pedaleando y yo sobreviviendo agarrada a la cintura de tus pantalones vaqueros. Quizás podríamos ponernos pantalones cortos y pulverizarnos agua encima. Las rodillas enfermas bajo el sol. También deberíamos cambiarnos las gafas de sol algún día y hacernos fotos poniendo muecas. Besarnos en los cristales y quejarnos de la suciedad que desprendemos. Y, por supuesto, comer helado de tu cuello, de tus labios, de tus dedos largos.
Así se me antoja el verano.

5.04.2008

By the window (a love song)

Era una de esas tormentas de verano en las que no para de llover durante horas. De vacaciones con los abuelos, en la casa del campo. Solía andar descalza por la hierba mojada y soltarse el pelo. El vestido se le pegaba al cuerpo y la capacidad de movimiento se veía disminuida por el peso que adquiría la ropa. Empapada, caminaba hasta los árboles y, dentro de la inmensidad que la foresta era capaz de ofrecerle, se perdía. Cerraba los ojos y las gotas de lluvia calientes le besaban los párpados.

5.03.2008

All your lives unled, reading in bed

Casi como un suspiro, los dedos corretean rápidos por su pelo. Las piernas se separan, dejando el aire pasar, intentando levantar una brizna caliente que haga que el sudor de los muslos desaparezca. Lee en voz baja poemas de soledad en inglés, mientras todos los demás duermen. Imagina que estás allí, a su lado, escuchando su dicción, sonriendo cerca de su cara. Físicamente agotada, cierra los ojos y fantasea insomne con la intimidad perdida.
Amalgama de cuerpos fugaces. Andrógenos sin nombre con los que soñar. Todo, todo es por ti.

5.02.2008

How can this be real? I can barely feel anymore

Cuando se ha despedido hoy de mí, olía a flores.

[Hay tantas cosas que no sabes de mí que me da miedo que las puedas llegar a vislumbrar en algún momento. Son todas esas cosas que nunca te diré. A veces me siento miserable y triste y me detesto por callar. Es ahora cuando repites eso de: "No eres una chica triste: conmigo has sonreído". Y se me pone cara de tonta y te digo que sí con la cabeza, mientras me coges la cara con las manos y me obligas a mirarte. Me empeño en convencerme de que no hay nada dentro de mí y el fuego reduce los retazos de piel a cenizas. Porque sí, porque soy la persona más vulnerable del universo. Ahora, llegados a esta situación, es cuando tú me dices: "Perdona por creer en tu dureza".]

Cuando cerré la puerta, su primavera aún flotaba en el aire.

5.01.2008

Shotgun Blues

Mientras espero a que vuelvas, veo películas malísimas y me pinto las uñas de los pies. Tengo la mala manía de fantasear con esos momentos que podríamos haber vivido y que yo, por precaución, no te propuse. Ahora te has ido y yo me siento como la esposa rota del soldado que se aleja. Pero las vecinas no me traen galletas caseras made in 1941 ni en las calles cantan canciones de aliento. Mis amigos sólo quieren emborracharme y yo no me veo capaz de fingir que no existes. Soy incapaz de gesticular la mentira.
Así que, mientras me quito la ropa, sudando, pienso en ti, en tus ojos marrones, en la palidez de tus gestos y en películas de Jack Arnold.
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