8.31.2007

I've been accused, but I've only begun

Tiré toda la ropa del armario. La metí en una bolsa grande de basura y la llevé arrastrando al patio trasero. Kill me miraba con sus ojos de gato triste y y yo le dije que no pasaba nada. Salió corriendo en cuanto me vio encenderme un cigarrillo. Iba descalza, así que me dediqué, en ese último pitillo, a mirarme los dedos de los pies. Unos pies preciosos, dicen. Cuando respiré la última calada, tiré la pequeña brasa a tus camisas. Era sólo un pequeño fuego controlado.

8.30.2007

The distance between us closes and everything is suddenly... exploding

Simplemente, explotó. Creí que nunca pasaría pero allí estaba yo, bajo su ventana, calada por la lluvia. Explotó. Como una simple acechadora, acaricié su buzón. Besé las letras que componían su nombre y deseé ser parte de ese buzón, de esa vida. Mi obsesión por él había llegado a terrenos insospechados. Un mecanismo interno de cordura comenzó a arder. Y explotó.
Y ahí estaba yo, con la cabeza gacha y el pelo mojado bajo su ventana.

8.29.2007

I'm afraid to forget you, I am remembering you: you were sparkling

Esa tarde bajaron al bosque. Entre la maraña de troncos y ramas secas, se besaron. Él cerró los párpados de ella con los dedos. Escuchaban el viento moverse entre las copas de los árboles y él pasó su mano por la espalda de ella. Bajo la camiseta tenía la piel de gallina. Ella se pasó un largo rato besándole los dedos de las manos. Uno a uno, sin detenerse, sin ninguna prisa. Besos de hermana, besos de madre, besos de amante, besos de desconocida. Él la abrazó con fuerza cuando vio que sus ojos brillaban. Volvió a cerrar sus párpados con los dedos y se los besó. Se hicieron los fuertes, se besaron las lágrimas y, finalmente, volvieron a casa a olvidarse el uno del otro.

8.28.2007

When we started both brokenhearted

No me gusta innovar. Me siento a pensar en lo mismo, a ver lo mismo, a escuchar lo mismo todo el tiempo. Sólo abro mi cuerpo a aquello nuevo que creo que me va a reportar un cambio drástico en mi vida. No me gusta el “por probar”. Necesito seguridad. Necesito estabilidad. Necesito saber que estoy viva. Pero sin sobresaltos.

8.26.2007

Disappeared people

Soñé que andaba entre un montón de mesas con manteles blancos. Un niño pequeño se cruzó en mi camino y me puse a gritar. El niño paró en seco, levantó la cabeza para mirarme y se echó a llorar. Cuando me agachaba para consolarle, corrió hacia su madre, que me miraba con cara de odio. Fui hacia su mesa y les dije en inglés que sentía haber asustado a la criatura y que era el niño más guapo que había visto nunca. Él vino a mis brazos y yo le bese en la cara y le acaricié el pelo. Cuando le solté, el niño se dio con la cabeza en la mesa y cayó desmayado. La mujer volvió a mirarme con cara de odio y yo empecé a llorar y a implorarle perdón. Ella me lo negó, así que tuve que irme con lágrimas en los ojos y las mejillas ardiendo.

8.25.2007

Salty leave

Te escuecen las heridas. Y yo no tengo nada mejor que hacer más que chupártelas. Recorrer los bordes sanguinolientos, las costras de otras vidas pasadas con la lengua. El sabor de la curación mal venida entre mis labios. Guiñas los ojos del desagrado y yo guiño los míos de crueldad.
Después de revolcarme en la miseria de otros, lo más reconfortante es dormir abrazada a un cuerpo que te odia.

8.24.2007

I've got this soul, it's all fired up

"I teach you of death's desires
Reflected in lakes
As I lead you in a fearful file
To a precipice of fate"

Llegaron momentos de oscuridad en la ciudad. La gente se agolpaba en las ventanas para poder ver cómo la muerte se arrastraba por las calles. Cada día era más oscuro que el anterior. Una noche, ella salió a la calle con una antorcha. Se topó cara a cara con la muerte y, ésta, le pellizco la mejilla. Le susurró con su voz del otro mundo algo que la hizo reír. Después, la muerte se giró y retomó el camino ya andado. Ella sonrío con una mirada que heló el alma de cualquiera que se atreviese a mirarla. Y, entonces, se pasó casa por casa incendiándolas todas.

8.23.2007

Primitiva

He comprobado que sólo me quedo dormida últimamente si pienso en él. Me da miedo pensar que pueda llegar un momento en que él me diga: "Ya no más". Como cuando tus padres te arrebatan el chupa chups de la mano y te dicen: "Ya es suficiente. Después de cenar te lo devolveré". Y entonces tú te das prisa e intentas que el tiempo, la tarde, la cena se pasen volando. Y, cuando pasan, vuelves a saborear el chupa chups y entras en un éxtasis infantil. Bien, pues imaginaros que un día, vuestros padres, os dicen: "Ya no más". Y no te vuelven a dar el chupa chups. Ni después de la cena ni nunca.
Qué miedo.

Escribo gilipolleces movida por la ansiedad. No me lo tengan en cuenta.

8.22.2007

333

La niña saltaba encima de la tumba de su madre. Al fin podía acostarse con su padre en la misma cama.

Eso es la felicidad.

8.21.2007

El Olimpo son tus piernas, parte 1

"Soy feliz", se repetía una y otra vez mientras observaba su cara descansando en su regazo. "Soy completamente feliz".
En otros tiempos ella hubiese dicho que nunca era demasiado, que siempre querría más, pero no en ese momento. En ese instante saboreaba la victoria de ver destruido un mito en sus brazos. Desnudo, suave, blando y humano. El dios había caído. Y en el sacrilegio encontró la virtud.
"Yo también soy feliz, querida."

8.20.2007

Why have you forsaken me in your arms?

Mi vida es un simulacro. Ya vendrá la gran tragedia.

8.13.2007

Cut the ties, uncover disguise

Sé que probablemente piensas en mí. Yo fingiré que he estado pensando en ti esta última semana y, así, podrás rechinar los dientes de pura excitación. Podremos empapelar la habitación de besos y sudores y falsificar nuestras pasiones para que parezcan algo más lícitas. Aunque tú vayas alardeando de frialdad y yo de cercanía. Tanto lo tuyo como lo mío son sólo artimañas para hacer lo que más nos gusta: jodernos en cualquier sentido.

8.11.2007

"Le rompería la cara, le cortaría la cabeza, lo mataré con mi fusil de balines"

Odiar es agotador. Mirar alrededor y ver mediocridad y analfabetismo por todas partes es, absolutamente, agotador. Sales a la calle y allí, en tu puerta, tienes plantado a un grupo de gilipollas que se pasa las horas muertas fumando y hablando de estupideces como coches o salidas nocturnas. Y tú, en una gran ida de olla, piensas: "Me gustaría conocer el gran arte de la lucha a katana y partirles a todos por la mitad en una gran oleada de destrucción y muerte". Y mientras piensas eso, te haces un hueco entre el humo de porro desgastado y las miradas cansadas para poder llegar a casa y desnudarte de tanta miseria.

8.10.2007

Quédate a mi lado, no te marches más

En el fondo es todo lo mismo. Te vas y yo te ruego que te quedes. Huelo tu camiseta y me regodeo en lo que puedes llegar a significar. Y, sin embargo, ni yo significo nada para ti ni tú significas nada para mí. Aunque me muera por olerte de nuevo y rogarte que te vuelvas a quedar un rato más. Aunque esté horriblemente borracha y tú me olvides. Supongo que así es la vida.

8.09.2007

So won't you please, please, please come back to me

Cuando saliste de mi casa, te olvidaste la chaqueta marrón. La que es tan suave que me dan ganas de pegar mi cara contra tu solapa hasta el fin de los tiempos (y esa confesión siempre te hace reír.) Cuando me di cuenta, salí en tu busca, con mis dedos tocando la tela. Acariciándote en la distancia. Corrí por la calle, siguiendo el camino que siempre coges desde mi casa hasta la estación de metro. Corrí y corrí con el pelo suelto y algo despeinado. La gente se apartaba y me miraba con mala cara. Y a mí todo me daba igual porque iba a alcanzarte, iba a darte la chaqueta e iba a volver a besarte. Llegué a la estación (¿te acuerdas?) y me colé descaradamente sin pagar. Corrí por los pasillos hasta llegar al andén. Allí estabas, al final del todo, con tus cascos puestos. Recuperé el aliento y me fui acercando lentamente a ti. Llegué a tu lado y te toqué en el hombro. Te diste la vuelta, me miraste sorprendido y sonreíste. Te di la chaqueta y me besaste en los labios. Me volví a casa con una sonrisa.
Supongo que después de aquello ya no tienes nada en mi casa por lo que volver, ¿verdad?

8.08.2007

Watch me unravel, I'll soon be naked

Puñetera manía de adornarlo todo con comentarios imbéciles. Idioteces hacia una realidad que no les concierne. ¿Y el silencio? ¿No existe esa necesidad de tumbarse en el suelo helado, encima de baldosas que conforman un baño conocido y, simplemente, mantenerse en silencio? No, el silencio es demasiado malvado para guardarlo. El Estado dictamina que, con silencio, la gente piensa. Y eso, amigos míos, no puede ser.

(Estar en silencio es lo más parecido a desnudar el alma. Es un acto altamente pornográfico y explícito.)

8.06.2007

Aprenda a asesinar a los suyos con canciones de Morrissey

Mi gran don es el de perder el tiempo con pensamientos que no llevan a nada. Pierdo el tiempo entre recuerdos ajenos. Todos cutres e imbéciles. "Qué felices éramos antes de que tú existieses". El romanticismo en los ojos de aquél que nunca te quiso. Ser una relación menor. Pasar con pasos agigantados al olvido y aferrarse con dientes y uñas a cualquier momento en que creíste ser la única. "Nunca fuiste la perfección".
Me conformo con pensar que yo follo mejor. Así de simple soy.

8.05.2007

The screaming is done

Retirarse a escribir las últimas páginas de una vida. Las últimas palabras siempre a mano. Retíreme para vivir los últimos instantes, suspiros, anhelos de un gran amor malgastado. Vivir para morir sin sus brazos. Uno se muere entre el verde inmenso, la lluvia gris y el cielo encapotado. Un asilo para infieles. Blanco y antiséptico. Entre tanto, me como un trozo de bizcocho casero y un vaso de leche. Ya vendrá la muerte a por mí. Y entonces seremos fieles la una a la otra.

8.01.2007

Today my heart swings

Estábamos delante del coche. Eran como las nueve de la tarde y el sol se escondía en el horizonte. Esperábamos a que Marga saliese de su casa con la mochila llena de comida, de estupefacientes, de pedazos de niño muerto. Daba lo mismo. Sólo queríamos irnos de allí. El plan era salir las cuatro por patas, con los bolsillos llenos de monedas ilícitamente ganadas y asentarnos en cualquier esquina a la sombra de un árbol cualquiera. Si es que hay árboles donde íbamos. Si no, siempre podemos tumbarnos al sol y esperar a morir en el desierto.
El plan era huir miserablemente. Y, miserablemente, fracasamos.
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