2.29.2008

Describing nothing

Quizás no signifique nada que el otro día desde mi ventana le viese pasear al perro. A lo mejor mi mente intenta autoconvencerse de que tras toda la inexactitud de sus actos, se esconde una voluntad más grande que mi entendimiento. Como la voluntad del dios protestante y todas esas chorradas que intento memorizar para clase.
Lo único que sé con certeza es que él está ahí, y yo estoy aquí. Lo único que es cierto es que no estamos juntos. Pero quizás las cosas no signifiquen nada más que lo que nosotros queremos que signifiquen. Y resulta que nada es tan complicado.

2.28.2008

Dear Miami

En la piscina de la madre de V, siempre hay alguien. Nosotras nos pasamos las horas muertas allí, en verano. La madre de V es la mujer mayor de 35 años más elegante que he conocido en mi vida. Se divorció de su padre cuando V era pequeña y, como ella misma dice "se dedica a sacarle la pasta y a ir a fiestas de antiguos amantes". Es muy divertido mirar desde la orilla a todos esos modelos de calzoncillos nadando. Ver cómo cuando salen por las escalerillas, el agua resbala por sus cuerpos completamente perfectos. Y notar sus gemelos cuando pasan por tu espalda.
También es divertido comerse las aceitunas de los martinis que deja a medias. Y rellenar las botellas de la cocina con agua cuando ella decide subir con uno de los modelos a la habitación de invitados. Nunca los sube a su habitación. Su habitación sólo está abierta al público los jueves por la noche, cuando V nos invita a ir a su casa a ver alguna peli de los 80 y a comer helado de vainilla con nueces de macadamia.
Uno de esos jueves, al ir al baño de la segunda planta, había uno de esos modelos durmiendo en la bañera. Me quedé durante una eternidad sentada en el suelo, junto a su cara, jugueteando con su pelo engominado. Tuve tentaciones de acariciarle los abdominales (seguramente no se hubiese enterado), pero decidí dejarlo. Creo que poco después estuvo en rehabilitación y que, probablemente, fuese a costa del padre de V.
Es lo que tiene que se te rompa un juguete, ¿verdad?

2.26.2008

Looking for love in a trashcan

Encima de la mesa había un montón de vasos a medio beber. A Clara le dolían bastante las pantorrillas, así que JM se ofreció a masajeárselas. Mientras, Elena bailaba junto a la puerta, agarrando su falda y dando pasitos cortos hacia delante. Casi toda la estampa era la de una familia beat y feliz. Pero allí estaba yo, sentada en un sillón. Bueno, más bien estaba siendo engullida por él. Todos se colocaban y yo miraba. Vino M y me dijo al oído que estaba preciosa. Se puede decir que dejé de preocuparme en ese momento. Cuando no te queda nada, no temes perder. Y es entonces cuando te sientes vacío y vives.
Y la resaca te puede, pero tú te pones las gafas de sol y sales a la calle. A beber un poco más y a volver a casa entre completos desconocidos que te miran mal en el metro porque no estás peinada y tu maquillaje se quedó en la ropa de alguien.

"The soles of my feet, I swear they're burning"

A veces la piel quema. Se siente la necesidad de que con esos dedos vayan apagando lentamente las llamas. O que re-enciendan las brasas. Y en este caso, las brasas no se apagan nunca y el humo baja por la garganta. Los pulmones se llenan de toxicidad y no hay manos suficientes para tapar el fuego. Todas son demasiado pequeñas si las comparamos con las tuyas.

2.24.2008

I want him to hate me so you can love me on the sly

Era divertido abrir el correo y ver cosas tuyas. Mensajes secretos que eran auténticas chorradas, pero que significaban mi sonrisa durante un tiempo. Entonces yo te contestaba con el pulso temblándome y con miedo a que tú no me correspondieses. Y lo hacías. Todo era perfecto dentro de la clandestinidad. Aparecieron otras personas y nosotros nos apagamos lentamente. Pero reapareces en sueños (como siempre) y yo me vuelvo loca al no saber nada de ti.
Y cuando lo sé...

2.21.2008

You are young and life is long and there is time to kill today

Volvía a casa escuchando en los cascos la misma canción que un par de horas antes te había puesto. Cerré los ojos para notar el sol en mi cara, abofeteándome para despertarme. Cuando sonó el solo de guitarra, metí mi mano por debajo de mi camiseta y me acaricié el vientre, como tú habías hecho un rato antes. Llegué a casa y subí las escaleras de dos en dos hasta llegar a mi habitación. Tras cerrar la puerta, me apoyé en ella y saqué tu sudadera negra de la mochila. Me tumbé sobre ella y me masturbé sin prisa, pensando en tus ojos marrones y en la canción con la que hacía un rato me habías besado.

2.19.2008

Nobody's listening

Por una parte está el pensar en frío, el decir que no pasa nada y que todo se arreglará. Que, mientras tanto, debería poner la mente en blanco y dedicarme a ponerme nerviosa en presencia de los demás chicos. Pero, por otra, no puedo evitar compararte con todos los demás. Y entonces ellos dejan de ponerme nerviosa y lo que me pone el estómago del revés es tu ausencia.

Y tú no te das cuenta. Y tú no quieres darte cuenta.

Probablemente acabe acostándome con otro. Es lo que siempre hago. Seguramente lloraré de camino a casa, pensando en que tú también estarás tirándote a otra, pero sintiéndote feliz con ello. Y todo esto se convierte en lo que no quería que se convertiera.

Y tú no te das cuenta. Y tú no quieres darte cuenta.

(Cruzo los dedos porque no me leas y porque me evites las náuseas que ya siento)

2.18.2008

In the glimpse of an eye

S. se acomodaba en mi hombro mientras volvíamos a casa en autobús. Íbamos en los asientos que dan la espalda al conductor, en esos asientos en los que nadie quiere sentarse y que yo adoro. Nos habíamos pasado toda la noche hablando de nuestras relaciones fallidas y bebiendo todos los chupitos baratos a los que nos invitaban extraños feos y "simpáticos". Entonces, detrás de L., estaba sentado un chico que miraba por la ventana. Estaba afeitado de la manera más impecable que he visto en mi vida, dejando una pequeña perilla oscura. Sonreía de medio lado y me miraba. Y yo soñada con meter los dedos entre su pelo de punta y en besarle las orejas. Fuimos felices en lo que dura un viaje nocturno en autobús. Hasta que tuve que despedirme con los ojos y bajarme en mi parada. Él me miró por la ventanilla y yo volví a mi soliloquio amoroso.

2.14.2008

The water didn't realize its dangerous size



Me niego a hablar de amor. Me niego a hablar de compatibilidades y de historias que son hirientes y estúpidas para mí.
Una vez escribí un microrrelato sobre una pareja que estaban solos en el mundo. Se cogían de la mano y observaban cómo llovía fuego. Y esa soledad era lo único que necesitaban.
Ahora cobra demasiado sentido. Y me niego a escribir o hablar sobre todas las cosas que hubiese hecho contigo en el caso de haber estado a solas de nuevo.

2.13.2008

It is beyond my control if I don't answer your calls

Hace unos días, un chico me dijo al oído: "Se termina". Solté el vaso de agua que llevaba en la mano y se hizo pedacitos.
Ahora, con los pies descalzos, tengo miedo de caminar por la casa. Y ya sabes lo mucho que me encanta andar sin calcetines, pero creo que hay cristales. No me levantaré de la cama hasta que barras el pasillo de arriba a abajo. Esperaré pacientemente a que vengas a la habitación y me cojas en brazos, me saques afuera y me coloques completamente erguida. Hasta que no me jures que no hay cristales, no rozaré siquiera el frío mármol de la casa con un mísero dedo.

Hazlo. Por favor.

2.11.2008

Left with a trace of all that was and all that could have been



Es algo compulsivo. No se puede evitar el apoyar la mejilla contra el cristal helado del tren y planear cautelosamente la escapada. Hacía mucho que no escuchaba esa canción (no lo necesitaba) y hacía mucho que no era tan feliz sintiéndose desgraciada. La putrefacción del cuerpo y la perfección del alma. El sexo oscuro y sucio basado en canciones no aceptadas por la sociedad occidental.
Y en mi nada, tú lo significabas todo.

2.10.2008

Found out that his skin just wasn't thick enough

Cuando volvía a casa, en el autobús, un hombre reía a carcajadas en el asiento de delante mío. Yo subía el volumen de los cascos y él se reía más y más fuerte. Fantaseaba con tocarle en el hombro y decirle: "¿Por qué no deja de reírse de una puta vez? No todos tenemos ni el cuerpo ni el alma preparados para la felicidad ajena". Pero me mordí la lengua hasta hacerla sangrar y, mientras tragaba lo que supuraba la herida, me bajé del autobús, dejando atrás esos dientes y esos sonidos tan desagradables a los que estoy tan desacostumbrada.

2.07.2008

Once you're lost in twillights's blue, you don't find your way, the way finds you...

Separar la carne de los huesos con una maestría innata. El sonido que hace el caer del cuchillo hace que se te rasguen los sentidos. El vello se pone de punta y se tensan los músculos del cuello. Era asqueroso, era sanguinolento, era incomprensiblemente atrayente. Toda la sangre que salpicaba lo hacía sobre sus hombros desnudos y sobre su cara y su pelo. Él continuaba subiendo el filo y atravesando con él todo lo que encontraba en su ángulo recto. Y yo miraba fijamente todo el espectáculo mientras estaba sentada en el capó de un coche desconocido.
A veces lo único que se puede hacer es acuchillar y esperar respuesta. Pero casi siempre recibes una totalmente equivocada o un silencio demoledor.

2.06.2008

It's complicated

-Nosotros pensamos que un día conoció a una mujer y se enamoró locamente de ella. Entonces, ella le dejó y él perdió la cabeza. Viajó a Europa para intentar olvidarse de ella, pero le fue imposible. Desde entonces, vaga por las calles de esta ciudad, acariciando las paredes de los edificios públicos, pensando en sus labios.

-¿Realmente crees que ese hombre ha podido enamorarse de una forma real y estando sobrio?

-Yo creo que sí. Por amor se puede perder fácilmente la cabeza, ¿no?... ¿Tú qué crees?

-Creo que la mayoría de las veces te enamoras de quien no debes y que podrías perder la cabeza por eso, pero uno tiene que ser fuerte y darse cuenta de que, pase lo que pase, va a estar jodido, así que lo mejor sería intentar pensarlo con la cabeza fría (aunque la mayoría de las veces no se pueda)

-Ya.

-Me he vuelto terriblemente escéptica. Estoy harta de decepciones.

-¿Y si te dijera que te quiero?

-Te diría que yo quiero a quien no me quiere.

-Entonces el sentimiento es mutuo.

2.05.2008

We're kissing without kissing

Sé que ella se sentía más tranquila cada vez que abría la boca y me contaba todas sus preocupaciones. Problemas de pareja que yo escuchaba pacientemente y le daba mi humilde consejo. Ella pensaba que él la engañaba con otra. Todo era a causa de su estrés y de sus inseguridades. Había ciertas cosas que yo no quería saber, pero asentía en silencio y filtraba toda la información que ella quería brindarme. La entendía perfectamente y absorbía sus lágrimas con el algodón de mi camiseta. Sabía lo que era tener a alguien y saber que se acuesta con otra y que no piensa en ti como tú piensas en él. Lo difícil fue decirle que yo era la que se estaba tirando a su marido. Desde entonces, sé que ella paga a un psiquiatra bastante caro para poder contarle todas sus paranoias, pero que no mejora. Y él... él se estará tirando a otra mientras piensa en mí.
No es egocentrismo. Es fatalidad.

2.04.2008

You're gonna have to step over my dead body, before you walk out that door.

No te quejes ahora. No tienes ningún derecho. No puedes decir ni una sola palabra hasta que yo te dé permiso. No hay razones suficientes para devolverte la libertad. No necesitas más que estar aquí, conmigo. No volverás a ver a nadie de la forma en la que me estás viendo ahora mismo a mí. No tengo la ropa puesta. No tengo frío ni calor. No creo en las casualidades. No quieres irte en realidad. No existe nada fuera de esta habitación. No has visto nada tan perfecto como nuestros cuerpos unidos. No voy a repetírtelo más. No hacía falta que te lo dijese ni la primera vez. No me lo digas nunca.

Cuando cuente hasta tres, te despertarás y no recordarás nada. Uno, dos... y tres.

2.02.2008

Don't explain

Me vuelvo bastante emotiva cuando llega la noche. Por eso siempre peleábamos a oscuras. Te golpeaba en el pecho y te decía que te odiaba. Y tú me cogías de los brazos, me apretabas contra ti y me hacías llorar. Solías acariciarme la cabeza con una mano mientras yo me vaciaba contra tu camiseta. Después de eso, cuando me escocían los ojos y las mejillas, tú me besabas la cara, que estaba ardiendo. Y solías decirme: "Llora si quieres, a veces sólo se puede llorar". Pasábamos mucho rato retozando entre las manchas húmedas de nuestra cama y hacíamos el amor entre voces roncas que otros nos dedicaban.
Y entonces, un día, te fuiste sin decir palabra. Pero no lloré. No estabas ahí para golpearte en el pecho y decirte que te odiaba. No estabas ahí para cogerme de los brazos, apretarme contra ti y hacerme llorar.

Nunca fuiste lo suficientemente valiente como para quedarte y dejar que te aborrezca.
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