Era divertido abrir el correo y ver cosas tuyas. Mensajes secretos que eran auténticas chorradas, pero que significaban mi sonrisa durante un tiempo. Entonces yo te contestaba con el pulso temblándome y con miedo a que tú no me correspondieses. Y lo hacías. Todo era perfecto dentro de la clandestinidad. Aparecieron otras personas y nosotros nos apagamos lentamente. Pero reapareces en sueños (como siempre) y yo me vuelvo loca al no saber nada de ti.
Y cuando lo sé...
2.24.2008
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4 comentarios:
sabes usar la nostalgia. moldearla al modo de tu texto. a tu antojo. he allí el porqué insistentemente te leo.
saludos.
...cuando lo sabes es peor?
Beso.
Algún día nos coordinaremos y coincidiremos en un periodo-sin-otras-personas mutuo y oye, quizas hasta podremos dejar la clandestinidad...
Debe ser alguien demasiado especial para inspirar tus escritos de esta manera. O tu debes ser demasiado idealista aún para rendirle tanta atención. LET IT GO!
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