12.31.2007

Shut the light on me

Tibias luces navideñas en una habitación a oscuras. Muchas fotos rotas y varias botellas de vino vacías. "No deberías estar sola". Así que él llega para salvarte. Con sus brazos largos y su pelo revuelto.
Me he acordado del año pasado. Yo no estaba aquí y tú tampoco. Dormí debajo de otra manta y bebí vodka del caro.
Que te coja de la cara y te diga: "Pero qué cara tan bonita". Pequeños mordiscos en el cuello para olvidar la fecha. Que esta noche triste pase y podamos sentir escalofríos al recordarla.

12.30.2007

There was nothing to fear and nothing to doubt

"Lo sabes. Sabes que cada vez que te veo, que cada vez que te siento, que cada vez que te huelo vuelvo a caer. Lo sabes. Y sabes que no estoy preparada para ello. Me aterra volver a pensar en ti como lo hacía antes. Me niego a entregarme de nuevo. Ni a ti ni a nadie. Pero me sonríes y me susurras tonterías y vuelvo a caer. Me vuelves gilipollas. Me anulas. Me conviertes en un zombie saciado de felicidad. Cuando me separo de ti y me miro al espejo, me doy asco. Porque esto no era lo planeado. Porque sin ti todo se vuelve raro y frío.
Pero sigo sin quererte. Aunque en mi cabeza resuenen esas palabras y tú te rías cuando lo digo en sueños.
Escucha, sólo te pido una cosa: no me hagas mucho daño"

Y él la abrazó y la besó en la sien.

12.26.2007

The Owl

La otra noche estuvo andando calle abajo. Me dijeron que iba solo, escuchando música en sus cascos. Se frotaba las manos para darse calor. Dicen que tarareaba lo que sonaba en sus auriculares, pero que era algo incomprensible. Algo instrumental, probablemente. Me contaron que cuando llegó a la plaza, metió la mano en el bolsillo y sacó un papel arrugado. Se sentó en la barandilla que hay a la entrada del metro y esperó. Luego llegó una chica con sombrero y jugueteó con sus patillas. Por lo visto, él le besó la nariz y le dio el papel arrugado. Se abrazaron y cada uno se fue por su lado.
¿Pues sabéis qué? Que ella no llevaba sombrero. Y que para despedirse no se abrazaron, sino que se besaron, aunque hubiese alguien que pudiese verlos. No nos importó.

12.23.2007

No lo leerás

Decidí beberme toda la botella de lambrusco y cruzar la habitación entera para enfrentarme a ti. Me agaché a tu cara, te cogí del cuello de la camisa y escupí: "Eres un gilipollas y serás desgraciado toda tu vida."
Todos tus amigos me ponían verde mientras yo volvía a por mi abrigo al ropero. No pude pillar ojo en toda la noche. Tu cara volvía a mi mente, y con ella, la cara de todos los que te rodeaban y que, una noche entre besos, juraste despreciar.
Al día siguiente, tu artículo del periódico se llamaba: "Tú me has hecho desgraciado".

Tiré la toalla. Tú ganas. Fui, soy y seré la mala.

12.17.2007

But now I think, I think you were sad

(Yes you were, you were, you were)

Ella llora cada vez que sale por la puerta de tu casa. Tú lo sabes pero intentas no darle importancia. Ella jura y perjura que no está enamorada de ti, pero, en el fondo, se muere por decir que te quiere justo después de que folléis en tu cama.
De vez en cuando me la encuentro en el ascensor e intenta sonreír, pero no puede. Aunque el recuerdo sea bellísimo, la separación siempre es costosa. Cuando la veo mirar al suelo, me doy cuenta de que sabe que quizás sea la última vez que te saborea. Pero no, no me da pena.
En realidad, me alegro. Que la jodan. A ella y a su fragilidad.

12.13.2007

This isn’t working, you, my middlebrow fuck-up

Un montón de ecuaciones matemáticas vuelan por su cabeza cuando me ve. Se le nublan los ojos, le tiemblan las piernas, intenta concentrarse en algún tipo de lenguaje informático aprendido hace años. Pero nada. Al final se desmaya y yo le tumbo en su cama. Y ni él puede decir una palabra de ciencia ni yo formular un teorema con las letras adecuadas.

Quizás, lo más favorable es que no nos volvamos a encontrar en la misma situación. Solos, en una habitación desierta y sin ventanas. Sin distracción no hay tentación. O eso decían en el colegio de monjas.

C es muy grande. Es grande en cualquier sentido imaginable. Lo único que falla en su grandeza es la capacidad de mantener la calma cuando le susurro cosas detrás de la nuca.

Sé que se avergüenza de tenerme, en algún modo, en su vida. Aunque nadie sepa que existo en su pequeña parcela del mundo. Dentro de su cabeza, dentro de sus pantalones. Y por eso me dedico a romper fotos suyas hasta la extenuación y a fingir que no le conozco cuando nos encontramos cara a cara en cualquier bar de la capital. Cuando le veo en esas tesituras, sé de antemano que en tres horas después del encontronazo, estaré de nuevo sacándole fotos en la cama.

(Sé que no funciona, pero no quiero decirlo en alto.)

12.12.2007

We can beat the sun as long as we keep moving

No tenía moto propia, así que se la robaba a su hermano mayor. Salía a escondidas sin que nadie le viese y rodaba durante horas. El aire frío le cortaba la cara y él sonreía. Sólo paraba cuando el cielo se mostraba anaranjado. En ese momento, repostaba gasolina y colocaba la motocicleta en su sitio habitual. Se acostaba en su cama y se tapaba la cabeza. E inevitablemente, pensaba en ella.
Toda la noche para olvidarla y unas sábanas para recordarla.
Qué miseria.

12.11.2007

Magick, without tears

La diferencia entre tú y todos los demás es que tú tenías el alma podrida. Tienes el alma podrida. Todos los demás estaban vivos y tú, mientras tanto, morías en cada esquina de la ciudad, llorando al viento, bebiendo las noches. Y yo lloraba contigo, te hacía compañía en la miseria. ¿Y luego qué? Luego necesitaba vida. Así que me dediqué a beber la sangre de aquellos a los que tú despreciabas.
Esa es la peor traición. Que ellos supusiesen algo de valor para mí. Que ellos supusiesen el sustento.

Ahora tú estás muerto y yo estoy viva.
Cosas que pasan.

12.10.2007

And all the lipstick kisses

No digas nada. No hace falta abrir la boca. Mientras todo se desmorona y nosotros nos mantenemos encerrados con llave en tu habitación. Aunque la calle esté ardiendo y la gente se precipite al vacío. Seguiremos encerrados mientras cantamos canciones. Besándonos, besándonos en cualquier postura. Buscando cosquillas en el cuerpo del otro. Yo tampoco diré nada.
Sigamos sonriendo en silencio.

12.01.2007

Música

Llegó un señor con maletín y sombrero. Encima del tronco seco, sacó todo el material que guardaba. Un montón de vinilos se amontonaban unos encima de otros. Unos eran de jazz, otros de rock, otros de grupos impronunciables. Yo me sentía extrañamente atraída hacia un vinilo que pasaba desapercibido, con colores preciosos y una portada extraordinaria. El vendedor intentó colarme un par de discos más, anunciándome lo bien que me lo iba a pasar con ellos. Pero no. Abracé el que había designado como mío y me lo llevé. Y crucé los dedos porque ese vinilo me durase.
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