La diferencia entre tú y todos los demás es que tú tenías el alma podrida. Tienes el alma podrida. Todos los demás estaban vivos y tú, mientras tanto, morías en cada esquina de la ciudad, llorando al viento, bebiendo las noches. Y yo lloraba contigo, te hacía compañía en la miseria. ¿Y luego qué? Luego necesitaba vida. Así que me dediqué a beber la sangre de aquellos a los que tú despreciabas.
Esa es la peor traición. Que ellos supusiesen algo de valor para mí. Que ellos supusiesen el sustento.
Ahora tú estás muerto y yo estoy viva.
Cosas que pasan.
12.11.2007
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1 comentario:
La vida de un nigromante no es nada fácil, terminan devorando los corazones de las personas que más aman así sin rencor, sin remordimiento simplemente así por naturaleza.
Pero para eso hay velitas...para prenderlas en la oscuridad, aún así hasta los nigromantes necesitan una pizca de sol alguna vez en la vida hay que evitar el raquitismo y la osteoporosis con poquita vitamina D.
Ojo!, solo poquita...que los tatuajes se velan si pasas muchas horas quemandote la piel.
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