Intimacy: The World is mine

Llegó. Entró a la habitación donde estaban ellos tomando café y charlando. Como dos viejos amigos que vuelven a encontrarse. Pero ella no tenía derecho a escribirle, ni a rondarle. Ya había pasado su turno. Así que, Elena, se acercó a la mesa y le puso la pistola en la espalda. "Levántate". Ana se levantó, mirando horrorizada a Daniel. Él no sabía qué hacer ni qué decir, así que se conformó con seguirlas. Se metieron en el ascensor y Elena apretó el botón de la quinta planta. Allí, los condujo a una habitación poco iluminada (por no decir que estaban las persianas bajadas.)
Tiró a Ana a la cama, cogió un almohadón y se lo puso encima de la cabeza. Entonces disparó.
Daniel estaba horrorizado. Elena le calmó. Acarició su cabeza, le besó los párpados. Y se lo folló. Rodeados de sangre.

Dime una frase a las 3 de la mañana

Quiero follar con The Smiths de fondo. Ahora.

The more one talks, the less the words mean.

El autobús en el que iba, se ha estrellado.
Decidí bajarme porque sentía que andaba demasiado despacio.
Cuando se chocó contra la palmera, todas las gaviotas salieron por las ventanas rotas.
Yo estaba mirando al cielo y vi pasar a una de ellas. Entonces, pensé: "Bienvenido"


Me retracto: sí que tengo alma gemela.

(Hoy es una buena noche para hacer el amor, no para hablar de él)

And now for something completely different.

Me siento como Anna Karina en una película de Chevy Chase. Y encima me siento sola. Y todo, todo, todo es una jodida mierda.
Creo que ha sido la semana que más café he tomado en toda mi vida.

Cuando me digas que te han escrito lo más bonito que has leído en la vida, entonces seré feliz.

Y ahora, algo completamente distinto.

Intimacy: Medication

Necesito un calmante. Así que salgo al pasillo y me pongo a fumar. La zona de psiquiatría es la única en la que se puede fumar en el pasillo. Fumo un cigarrillo antes de desayunar leche en polvo con café descafeinado y unas galletas con mantequilla. Está leche sabe a agua. Qué asco. Me fumo otro cigarrillo en la sala de estar. Empieza la terapia. Nos hacen hablar de nuestra vida. Les digo que necesito un calmante. Me dicen: “Eso lo receta el médico. Nosotras no podemos hacer nada.” Me llaman a la consulta del psiquiatra. Entro. El Dr Vázquez me mira desde el otro lado de la mesa. Tiene unos ojos azules increíbles. Es demasiado joven, lo que me hace desconfiar. Necesito un calmante, le digo. “Ya te daré un calmante. Ahora siéntate.” Le cuento mi problema con todo detalle. Él se humedece los labios con la lengua. Yo me toco metiendo mi mano por el camisón. “No deberías estimularte. Es peor” No puedo evitarlo. Silencio. Notó cómo él me mira la entrepierna mientras le cuento detalles. Le digo que tengo que masturbarme todos los días en el baño. Él se levanta, rodea la mesa y se pone frente a mí. Se baja la cremallera. Ahora estoy frente a su polla erecta. Pasó mi lengua por ella. Él se baja los pantalones. Me levanta de las axilas. Me abre el camisón. Me da la vuelta y me empotra contra su mesa. Y, por supuesto, me folla por detrás. Noto cómo su bata acaricia mis caderas. Pasa sus manos por debajo del camisón. Me corro. Se corre. Me incorpora con su polla aún dentro. Y me dice al oído: “Estás curada”.

Intimacy: A song beneath the song

Su relación era atípica. Él vivía atado a otra mujer. Ella, a otro hombre. Pero cuando se encontraban, todo lo demás no importaba.
Ella se acariciaba los labios continuamente. Él, guiñaba mucho los ojos. Pero cuando se miraban, todo desaparecía.
Y cuando se abrazaban a escondidas, desnudos, sudorosos y sedientos, entonces eran felices. “Podemos vivir de esto”
Los dos cambiaron su forma de hacer el amor cuando se conocieron. Él, más apasionado. Ella, más tierna.
Después de aprovechar las horas que tenían entre sábanas y charlas, volvían a casa.
Por supuesto, pensaban en el otro mientras hacían su vida casi idílica.
¿Qué pasó al final? Follaron una última vez de una manera salvaje, sin parar durante horas. Y se quedaron mirándose el uno al otro durante otras cuantas horas. Ambos sabían que sería la última vez.
Ella se marchó con su marido a vivir 5000 kilómetros lejos de él. Él, le enviaba postales por Navidad.

Esto no es una canción de amor.

Intimacy: Silky as the night

Su pañuelo era negro y sedoso. Por eso nunca dejaba marcas.
Su obsesión era insana (aunque se dice que todas las obsesiones lo son). Bueno, lo importante es que se levantaba pensando en ello, no comía, vivía únicamente para llegar a casa, poner la tele, colgar el pañuelo del pomo de la puerta, desabrocharse los pantalones (o subirse la falda), sentarse en el suelo, tocarse una y otra, y otra vez con el telediario puesto, retardar el orgasmo (justo cuando estaba a punto, retiraba la mano unos segundos... y a volver a empezar). Hacía todo eso hasta que no podía más, hasta que el culo le resbalaba contra las frías baldosas. En ese momento, cuando su dedo era brillante y se escapaba del sitio exacto, entonces, metía el cuello por el pañuelo anudado y se dejaba caer.
Después cenaba y veía una película de los Monty Python.

Intimacy: Sleep together

-Duerme conmigo.
Los dos estaban acostumbrados a soñar juntos, pero había algo que no les dejaba descansar. Y todo era desde que M había vuelto de Canarias.
Una vuelta en la cama, una caricia furtiva en la rodilla.
Uno de ellos dormía, el otro le velaba.
Y entonces, se despertaron y se miraron en mitad de la noche.
Sin decir nada, él le metió su dedo en la boca. Ella le contestó lamiendo delicadamente. Posó su mano en su vientre y fue bajando. Ella temblaba. Mientras la chica respiraba con dificultad, él le besaba el cuello. Siempre con delicadeza. Ella se volvió, le miró a los ojos.
-Esto no está bien.
-Lo sé.
Entre gemidos se fundieron en un abrazo lento. E hicieron el amor. Él la guió, ya que era su primera vez. Finalmente, él cayó rendido, sudoroso, encima de ella. Y P le apartó el pelo de la cara.
-No se lo digas a papá.

Intimacy: Au pair

Era sólo un niño cuando le conocí. Jugaba a la videoconsola todo el día y tenía su habitación llena de trofeos de fútbol. El libro más largo que había leído era un cómic de Mortadelo y Filemón. Y nos conocimos cuando tuve que cuidarle una noche.
Sus padres no dudaron en contratarme como canguro gracias a mis referencias y al verano como au-pair que pasé en Glasgow.
Así que el trabajo era fácil: ayudarle a hacer los deberes, que se bañase, darle la cena y acostarle.
Cuando llegué, su padre me abrió y me pareció un hombre muy atractivo, aunque estaría mejor si se afeitase. Me acompañó al salón, donde me senté, y me ofreció un refresco. Su madre no tardó en aparecer, guapísima. Estando ya los dos juntos, me explicaron por encima dónde estaba todo y me dieron un par de números a los que llamar en caso de emergencia.
Una vez se habían marchado, eché un vistazo por la casa. Y le encontré. Estaba sentado en un puf en el suelo de la habitación, jugando a matar en un videojuego.
-Hola Dani
-Hola. ¿Tú eres la canguro?
-Sí...
Nunca pensé que un niño de 11 años fuese a intimidarme tanto.
-Me han dicho tus padres que tienes deberes.
-Ya los he hecho.- Mentía - ¿Quieres jugar conmigo? Este juego mola mazo.

Así que, desobedeciendo a sus padres, olvidamos los deberes y nos pusimos a jugar. No podía evitar mirarle de reojo. Sus ojos marrones estaban fijos en la pantalla. Pestañas larguísimas. Nariz respingona. Labios carnosos que se mordía cada vez que veía a un enemigo. Repasé todas sus facciones hasta que las tuve memorizadas.
Después de un par de horas, desperté y le obligué a apagarlo. Era hora de bañarse.
Me enseñó cómo funcionaba aquella bañera último modelo.
Y entonces lo hizo. Se desnudó.
Roja como un tomate, intenté comportarme de la manera más natural del mundo. Pero, obviamente, no sabía qué hacer. Él se metió en la bañera poco a poco.
-Dani, voy a ir haciendo la cena mientras te bañas, ¿vale?
-Vale - Silencio -Hazme un sándwich de pollo con mayonesa, porfa.

Salí acalorada de allí. Todo ese vapor me había mareado un poco.
En la cocina preparé el mejor sándwich de pollo de mi vida. Puse la mesa y me senté. El tiempo pasaba muy despacio y Dani no aparecía. Decidí ir al baño a buscarle. Cuando entré, allí estaba, desnudo, de pie, mirándose al espejo. Sobresaltado, se dio la vuelta.
-¡Jopé, qué susto!
-Ay, perdona... Es que como tardabas tanto, pues, me preocupé.
-Tráeme el pijama, porfa... Está debajo de mi almohada.
Le llevé el pijama al baño (no sin antes oler durante un minuto su almohadón)
Lo peor llegó cuando me pidió que le ayudase a ponérselo. Y le rocé los brazos, las piernas, su cuerpecito delgado y blanquecino. Tenía los pies más preciosos que había visto jamás y era tan suave...

Más tarde, en la cena, me felicitó por el sándwich (¡me hizo tanta ilusión!) y me llamó “maldita universitaria anoréxica” por cenar una ensalada. Me contó que su prima era anoréxica y también me contó cosas del cole.
Después de cenar, me ayudó a poner los platos en el lavavajillas y estuvimos un rato viendo la tele. Sorprendentemente se tumbó en mi regazo. Y yo temblé. Creo que hasta tartamudeé cuando le dije que nos lavásemos los dientes.
-¿Eso es que quieres llevarme a la cama?
Con los dientes limpios, le arropé.
-Quédate conmigo hasta que me duerma.
Pero no le hice caso. Me quedé mucho más. Y salí de la habitación cuando sonaron las llaves de sus padres.
Me pagaron y me fui.

Y, desde entonces, todos los chicos a los que quiero llevar a la cama, tienen su cara y se muerden el labio.
Pero nunca me quedo hasta que se duermen.

Special needs

Básicamente, tristeza.
Porque quiero ser todo tu futuro, ya que tu pasado pertenece a otras.
Y me entristezco porque pienso (además de que ese acto es ya una señal de depresión) que todas ellas te dijeron lo mismo alguna vez y, luego, te fallaron (por eso no me crees)
No quiero fallarte. No quiero que me falles. Quiero que desaparezcamos y que nadie irrumpa en nuestra vida.
Ya está.

Esas son mis necesidades.

Stella Maria

Hace mucho calor.
Y me duelen las tripas. Las tengo podridas.
Quizás necesite unas nuevas.
Prestadme un cuchillo que la voy a abrir en dos.
Bonitas entrañas, ¿me las regalas? ¿No?
Pues te las robo.
Y ahora me siento más limpia. Pero la sangre me sabe a veneno.

Tumbada, sangrando hasta la extenuación, me haces reír.

Ejercicios de escritura en el videoclub 2: P

Nunca pensé que te vería así. Sudando y llorando. Plegada sobre tu propio cuerpo. Doblada como el papel que un día arrugaste delante de mí. En ese papel, mi alma escrita en palabras. Y tú la tiraste al suelo.
Y ahora, aquí estás. Misericordioso de mí (también gilipollas)
Desnudos, abrazándote mientras lloras. Estúpido.

***

Pese a la sangre de la boca, ella seguía sonriendo. Esa tarde se había pintado los labios de rosa para que le gustasen. Para recibir caricias debajo de la mesa.
Tuvo lo que quería. Un par de guiños de adorno para su Martini y un beso en la nuca.
Y mientras su joven amante le escupía, ella seguía sonriendo. Porque en el fondo se lo esperaba. Porque después de la calma, llega otra vez la tormenta. Y esa chica tenía ojos de lluvia. Sonreía y ella se enfurecía aún más.
A partir de esa noche, ninguna de las dos volvería a ser la misma.

***

Y pese a toda la destrucción, ella seguía de pie. Aunque le temblaban las rodillas. "No llores, no lo hagas", se lo repetía, aunque realmente no tenía ganas de hacerlo. Debería, pero era incapaz.
Así que se puso a correr. Ella misma sabía que no iba hacia ninguna parte, se dejaba llevar por la rabia de la situación.
De repente, le vio, Allí estaba, con su bate, tomando un café. ¿Que qué hizo? Imagínatelo. Le abrió la cabeza con su propio bate. Le miró a los ojos cuando se retorcía entre sangre y le dijo: "Esto es por joderme la luna del coche, capullo"
Y volvió sonriente a casa.

Ejercicios de escritura en el videoclub: J

"Yo te doy una frase y tú escribes algo con ella" "De acuerdo"

La mujer dijo: ¡Apártate de mi camino! Pero yo no hice caso. Mi misión era pararla. No tenía otra opción. Era ella o yo. Sabía que no debía actuar siguiendo mis instintos. Debía ser racional, preciso, audaz. En cualquier momento ella actuaría. Y podría ser el fin. Debía ser rápido. Sólo un instante. Un momento, Un segundo. Ahora o nunca. Le agarré el brazo antes de que huyera.
-Señora, por favor, muéstreme ese bolso. El detector ha pitado. Tiene algo que no ha pagado.
Y así era. La muy choriza se quería llevar un par de películas sin pagar. Como agente de seguridad mi misión es evitar y detener a los ladrones. Ése soy yo.

***

Recupera la cordura y mátale. Puedes hacerlo. No quieres que te mate. Levántate y hazlo. Tienes una pistola y sabes usarla. Enfréntate a tus demonios; busca la redención que anhelas. Debes hacerlo. Una muerte más no es nada comparado con la devastación de antes. Acabas con él y todo habrá terminado. Espera. Te ha visto. Es tu fin. Huye. Busca un lugar seguro y espera para contraatacar. Demasiado tarde. Has muerto. Te toca reiniciar la partida. O jugar al juego de coches. Es lo que tienen los domingos por la tarde: te aburres y juegas a la consola.

***

"Estoy mareada, cielo". "Yo también". Meg extendió la mano. Garett la cogió. Les dolía la cabeza, estaban exhaustas, pero ya daba igual. Ya no importaba nada en aquel garaje subterráneo. Daba igual la sangre esparcida. Daba igual los cadáveres apilados. Daba igual los disparos en el pecho. Daba igual las huídas y persecuciones.
"¿No deberíamos estar muertas?" Meg preguntó, a lo que Garett respondió con una mirada.
Y aquella mirada lo decía todo: Si ni siquiera la Muerte pudo con ellas, nadie podría deternerlas. Porque eran inmortales, y estaban furiosas.

Boomerang

Todo lo que va, vuelve.
Llevo unos días en los que he vuelto a tener 15 años. Adicta al chocolate, escuchando los vinilos de mi padre, viendo películas de los años 50.
Y he vuelto a vestir de colores y a aborrecer mis piernas.
He vuelto a masturbarme compulsivamente y a leer poesía.
Vuelvo a comportarme de forma lolitesca y a hacer que se giren los hombres casados cuando paso (me faltan las gafas de corazón, que se me rompieron)
He dejado de beber y de fumar y siento este amor como si fuese el primero.

Y creo que he vuelto a sonreír.

All the lonely people

No conozco a nadie de quien no me haya cansado. O que, simplemente, nos hemos distanciado.
Nadie ha permanecido en mi lado desde el principio.
Por eso, me suelo sentir sola, aunque ya es una forma de vida. Acompañada de la única persona que no me puede hacer daño. De quien más me quiere. De quien más me odia.
Porque soy la única persona que no me va a desilusionar.
Porque tenía fe en ti y me obligaste a perderla.
¿Y tú? Creía que eras más duro. Qué decepción.

Bueno, ahora estoy sola, pero me siento acompañada.

Yoga

"Tú eres más mística. Yo soy más sangriento y postapocalíptico"
Tienes razón. Aunque quiera arrancarle la cabeza y hacer paté para mil personas con su cerebro desparramado por el suelo, no lo haré.
Porque soy mística. Y tú no, puta.

1, 2, 3... Inspira... Respira... Mis chakras vuelven a abrirse...

Ecos

Silencio.
Porque las palabras indican presunción. Y no necesito escuchar más gilipolleces. Ni leerlas.
Necesito los gestos, que son música visual, son, de tacto, un festival.
Porque por mucha labia que se tenga no significa que sea interesante (ni inteligente)
Y entre escupitajos sin sentido, desadorado, yo te pido: cierra el pico, por favor.
(que lo más bello es lo que siempre se calla)



Y después de esta reflexión acerca de lo gilipollas que se pone la gente cuando intenta dárselas a base de verbos bien conjugados y vocabulario del siglo pasado, me complace el presentarles a nuestro experimento:

Ecos

Sex, Lies and Videotape

Y todo gira alrededor del sexo.

Esa niña rubia fue producto de un polvo salvaje con tirones de pelo. O quizás de un aburrido rendez-vous de fin de semana. Y esa misma niña, dentro de 6 años, será follada por alguien a quien no volverá a ver jamás (y de quien creerá estar enamorada.)
Y dependiendo de cómo sean (bueno, más bien de cómo quieres que sean) tus relaciones sexuales, eliges unas cosas u otras.
Ese hombre, que ha escogido esa película de extrema violencia y explosiones, tiene una mujer hastiada que ni parpadea cuando le tiene encima.
Esa adolescente que va junto con sus cuatro amigas a ver una película de un asesino en serie que mata jovencitas, es virgen. Y tiene miedo a ser “acuchillada”. Igual que todas sus amiguitas. Al final, le clavan el cuchillo, le duele, sangra y, al cabo de poco tiempo, deja de ver a sus amigas.

Pues, ¿saben qué? Que Freud es un gilipollas.
Porque estaban pensando en Freud, aunque no hayan leído nada suyo. El citarle junto a Schopenhauer puede ser útil para un polvo fácil.

La gente le quita importancia. Al sexo, no a Freud (cuando debería ser justo al contrario).
El fuego interno intenta ser apagado en el más absoluto silencio. Los bomberos intentan que no se vea el humo. Pero yo leo las brasas. Y todos andamos muy quemados.
Y el sexo no tiene nada que ver con el amor. El amor es un fuego controlado. La excusa que hay que dar a los vecinos por si huelen a gas.

Le sigo amando aunque ese chico me mirase así al entrar. Aunque le vigilase desde el mostrador. Aunque me guiñase un ojo. Aunque le metiese mi número de teléfono en la bolsa.
Aún le amo. Porque el que descolgase el auricular no significa nada. Ni que me masturbase escuchando su voz. Ni que le oyera correrse al otro lado de la línea.
No, no significa nada.

Messiah

-¿Qué me das si ando sobre el mar?
-La eternidad.

Y se besaron.

Ridiculing stars

Desnuda, decidiendo qué llevar en una maleta negra (como su mente)
Acalorada, golpeando teclas negras (como su alma)
Ocupada, con la otra mano pinta sus uñas de negro (como su cuerpo)
Con restos de crema por las piernas, empalagosa (como su corazón)


Volveré el jueves si no hay más remedio.
Sean buenos (yo soy incapaz)

"I crossed the canyon a thousand times
But never noticed what was mine
What you'll remember of me tonight
Well, it almost makes me cry
Yeah, it almost makes me cry"

Something rotten

Decidida, se miró al espejo. Y no vio lo que quería ver.
Podrida, podrida, podrida.
Es curioso cómo, 2 meses antes, tuvo la misma sensación. Luego se le olvidó y se sintió hasta guapa (qué raro...).
Pero, ¿y si ha cambiado? El año pasado en 2 meses cambió radicalmente de vida. De cuerpo. De mente.
Mira a las chicas más pequeñas y piensa: envidia.
Mira a las chicas más mayores y piensa: admiración.
Y allí está, entre medias, mirándose al espejo y sintiéndose horrible.

My Sweet Prince

Necesito un amor de película. Necesito besos suaves, apasionados, caricias leves, profundas, una mirada tierna, una lasciva, mordiscos, miedo al roce de nuestros cuerpos, dos respiraciones en una, guiños cómplices en la lejanía, manos bajo la mesa, besar esa nariz, que me muerdan la mía...

Necesito que nuestra película se haga amor.

I Confess

Siempre he querido ser una diva del cine de los años 40/50. Con esos trajes, esos peinados, esas curvas, y, lo más importante, esas miradas...

Ya no hay mujeres bellas. Ya sólo hay maniquíes follables.

Adoren a Kim Novak como la diosa que era.

Forever More

El secreto de las relaciones de pareja es el siguiente: Pregúntele por la relación con su padre o madre (si es chico, su madre; si es chica, su padre). Si esa relación era de idolatría, compórtese mal. Si, por el contrario, el padre o madre le castigaba y le trataba mal sin motivo, cólmele de cariños.

Está más que demostrado.
Por eso me canso de las relaciones de pareja, porque me tratan demasiado bien al principio y demasiado mal al final... como mi padre.

Por cierto, hombres, no sean calzonazos, que no se lo merecen.
Y mujeres, váyanse a la mierda. (Menos 2 ó 3 que ya saben quiénes son. Y sí, todas son mujeres fatales.)

Things on the right track

Todo carece de sentido cuando miras a tu alrededor y te das cuenta de que las mayores preocupaciones de la gente son el destino de sus vacaciones, sus desventuras amorosas y el puñetero carné por puntos. ¿No se dan cuenta de que un día morirán y todas esas preocupaciones serán ínfimas? ¿qué esas estupideces harán que sus vidas parezcan un auténtico hazmerreír?

La muerte pone a cada uno en su lugar.
Desde hoy me niego a que me hablen de cosas que no tengan un sentido existencial.

Lolita

Cuando tenía 14 años, un par de hombres nos acorralaron a mi amiga y a mí. Sólo hablaban inglés y yo les contestaba alegremente. Me pidieron que les acompañase al parque que teníamos a nuestra espalda, pero con una sonrisa conseguí escapar y sacar a mi amiga de allí.
Ese mismo año, en la feria, monté en una atracción de realidad virtual. Tenías que disparar a tus compañeros con una pistola láser, y al feriante le caí en gracia, así que me dió unos pases para el día siguiente. Me preguntó el nombre y la edad, y tonteó un poco conmigo. Al día siguiente volví, por supuesto. Pero le dí calabazas con otra sonrisa.
Y ese mismo día, otro feriante dejó que me saltase la cola diciéndome: "Eres la chiquilla más bonita que he visto". Yo, volví a sonreír.

Y ese verano me di cuenta de ese poder. Y ese verano, perdí la inocencia.

Obsession

-El sexo
-El suicidio
-La violencia
-Los crímenes (asesinos en serie, etc)
-Nine Inch Nails
-Los bailes de salón
-Las pistolas
-El chocolate
-Lolita
-Hablar en diferentes idiomas
-Nadar
-Él

Kiss me, I'm a lesbian

Hoy ha sido el día gay por antonomasia.
Ha coincidido el estreno de Queer as Folk y la emisión (que está en estos momentos en mi televisor) de Priscila, reina del desierto.

A eso hay que sumarle mi afición a toda la temática gay y, por tanto, a la película que he visto hoy en el videoclub: D.E.B.S

Esta película está basada en un corto del mismo nombre que trataba sobre el secuestro de una de las D.E.B.S (una asociación de chicas espías, algo así como una C.I.A de colegialas guapas y mortales) por parte de una malvada enemiga. En el secuestro, la villana y la buena espía se enamoran.



En la película ocurre básicamente lo mismo.
Si os soy sincera, es un asco, pero sale Devon Aoki (Miho en Sin City), Jordana Brewster (Phoebe en The Invisible Circus) o Michael Clark Duncan (John Coffey en La Milla Verde)
Para ver por frikismo o por morbo (Sara Foster y Jordana Brewster besándose...)



Bueno, ya escribiré un post mejor, pero ahora no estoy inspirada y sólo puedo pensar en ese beso :P