Llegó. Entró a la habitación donde estaban ellos tomando café y charlando. Como dos viejos amigos que vuelven a encontrarse. Pero ella no tenía derecho a escribirle, ni a rondarle. Ya había pasado su turno. Así que, Elena, se acercó a la mesa y le puso la pistola en la espalda. "Levántate". Ana se levantó, mirando horrorizada a Daniel. Él no sabía qué hacer ni qué decir, así que se conformó con seguirlas. Se metieron en el ascensor y Elena apretó el botón de la quinta planta. Allí, los condujo a una habitación poco iluminada (por no decir que estaban las persianas bajadas.)
Tiró a Ana a la cama, cogió un almohadón y se lo puso encima de la cabeza. Entonces disparó.
Daniel estaba horrorizado. Elena le calmó. Acarició su cabeza, le besó los párpados. Y se lo folló. Rodeados de sangre.
7.31.2006
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11 comentarios:
Tenemos que probarlo, nena.
Ultimamente se folla mucho por aquí, ¿no?
k: lo mismo te mareas con tanta sangre...
gen suicida: será la necesidad, querido...
Es como follar cuando se tienen uno de esos dias, no?
Un besito.
dr m: en esos días no hay tanta sangre, hombre xD
Bueno, es follar como en uno de esos dias (version Jules & Vincent Vega).
Tú si que sabes como dar caña, ¡eh! jejeje.
Un blogsaludo. ;-)
creepy
Toda una inspiración...Me lo apunto.
El imperio de los sentidos + Asesinos Natos...;)
No sé por qué, pero me da la impresión de que por aquí nadie ha hecho nada semejante en el mundo real. Chica, eres la mejor. Y ya me jode elogiar.
muy bueno y terriblemente atractivo. ;) besete
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