2.21.2008

You are young and life is long and there is time to kill today

Volvía a casa escuchando en los cascos la misma canción que un par de horas antes te había puesto. Cerré los ojos para notar el sol en mi cara, abofeteándome para despertarme. Cuando sonó el solo de guitarra, metí mi mano por debajo de mi camiseta y me acaricié el vientre, como tú habías hecho un rato antes. Llegué a casa y subí las escaleras de dos en dos hasta llegar a mi habitación. Tras cerrar la puerta, me apoyé en ella y saqué tu sudadera negra de la mochila. Me tumbé sobre ella y me masturbé sin prisa, pensando en tus ojos marrones y en la canción con la que hacía un rato me habías besado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Sabes? Una vez que me he acostumbrado a leer tus microcuentos de vez en cuando, el velo convencional e inconscientemente prejuicioso se quita.

Encontré lindo el texto. Curioso.

Lástima la distancia.

ALOMA69 dijo...

La gracia es masturbarse sin prisa.

El poder evocador de la música...

Abrazo.

Anónimo dijo...

si, es un buen cuento, quizás algunas repeticiones del "me" podrían ser sacadas sin destruir nada, "abofeterme", "despertarme"..¿si llegás a tocarte después de estar con él hace una hora? ¿no te dejado satisfecha tu galán?
solo una chambonada de mi parte,vení dale, que tenés talento

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