"I teach you of death's desires
Reflected in lakes
As I lead you in a fearful file
To a precipice of fate"
Llegaron momentos de oscuridad en la ciudad. La gente se agolpaba en las ventanas para poder ver cómo la muerte se arrastraba por las calles. Cada día era más oscuro que el anterior. Una noche, ella salió a la calle con una antorcha. Se topó cara a cara con la muerte y, ésta, le pellizco la mejilla. Le susurró con su voz del otro mundo algo que la hizo reír. Después, la muerte se giró y retomó el camino ya andado. Ella sonrío con una mirada que heló el alma de cualquiera que se atreviese a mirarla. Y, entonces, se pasó casa por casa incendiándolas todas.
8.24.2007
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5 comentarios:
¡Vivan los jinetes del Apocalipsis!
Fantástico!!!!!!!!!
plas plas plas..
El diablo est� dentro de todos nosotros.
El mundo está lleno de buenas ideas.
A nadie más se le ocurrió salir. Y luego se quejarían...
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