5.28.2007
If these walls could talk
Intentábamos llevar una rutina imperdonable. Siempre cenábamos a la misma hora, los tres sentados en la mesa de la cocina, sin más distracción que el tic tac del reloj. Todo iba bien hasta que la cotidianeidad cambió. Un día, Marta se tiró a las vías del tren. La gente quedó desconcertada, ya que era una chica muy alegre. Sus profesores mandaron cartas a casa y sus amigos, un montón de ramos de flores. Desde entonces quedábamos sólo los dos, papá y yo. Comprábamos la comida cada uno por su parte. A veces ni cenábamos siquiera. Pasaron un par de años y me harté de competir con un fantasma. Así que me fui, conocí a mi marido y, al par de unos pocos años, tuvimos una niña preciosa que se llama Cristina. Y ahora cenamos los tres juntos. Siempre a la misma hora. En la mesa de la cocina y sin más distracción que nuestra conversación monótona, gris, decadente e inexorable.
Written and directed by
Pat Robles
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6 comentarios:
Se cerró el círculo.
O tal vez la respuesta a destiempo. Tal vez tocaba joder la primera rutina imperdonable "intentábamos lllevar..." eso habla de hacerlo sin convicción.
Joder el silencio, follar el reloj (vale,me planto, no quiero que me tires de tu blog).
Marta no se habría suicidado con tal de tener que cenar en esas condiciones un sólo dia más.
Habrías podido parir una niña sin necesidad de un tipo que...sí, ahora se conforma con la monótona conversación, espera a que el cuerpo le pida romper su monotonía rompiéndote la cara.
Y entonces acabes tú bajo las vias.
No sé.
Las respuestas en el momento, pero tenemos (yo el primero, vale) tanto miedo a romper la rutina por un putísimo "Qué dirá la gente"... :^*
Difícil no caer en la rutina, la odiamos pero al mismo tiempo nos da seguridad.
Y de nuevo el suicidio...
Besos!!!
La rutina nos convierte en tristes palomas grises.
Así es la vida, somos victimas de nustro pasado y así construimos nuestro futuro.
Cuando la rutina llega a nuestra vida es momento de explorar cosas nuevas, de cumplir alguna de las tantas fantasías y sueños que elaboramos en nuestra mente. Es momento de encontrarnos nuevamente.
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