11.03.2007

The devil, the devil, may choose

Sueño demasiado que me cuelo en tu habitación mientras duermes. Me siento a los pies de tu cama y observo cómo respiras y te sacudes. De vez en cuando me acerco a tu cara e imagino lo que estás soñando. Sueñas con otra gente, con otros sitios. Algunas veces salgo yo en escena. Tú chillas mi nombre y yo me siento realizada. A la mañana siguiente, te sueles masturbar con mi imagen en tu mente.
Es perfecto así.

6 comentarios:

ALOMA69 dijo...

No sé hasta qué punto me gusta pensar que alguien pueda masturbarse pensando en mi..., al final creo que puede llegar a inquietarme la idea.


Pequeñas-grandes historias que siempre invitan a la reflexión.

Abrazos!!!

Anónimo dijo...

Y ayer dormimos juntas, qué hiciste? Noté que te movías mucho ;)

Anónimo dijo...

Deberiamos dejar de masturbarnos y decirnos que nos queremos. "Casi no te conozco pero te quiero", "Jamas volvere a verte pero te quiero", "Eres especial porque te quiero, igual que a mil personas mas". Y despues ir a masturbarnos mutuamente, como si no existiera nadie mas en el mundo, como si solo nos quisieramos nosotros.

Barrabás-Barrabás dijo...

También me inquieta saber en qué momentos -y porqué- estoy en la mente de algunas personas. No solo en los sueños.

huelladeperro dijo...

Ya no me masturbo, me hago viejo, pero conservo del sueño tu aroma entre mis dedos y la caricia de tu pelo.
Mi premio de consolación.

Anónimo dijo...

Gostei!

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