Seguimos siendo los mismos. Después de este tiempo, los demás pueden creer que nos idealizamos y nos atraemos a partes iguales, pero tú ya sabes que ronco y yo ya sé que te mueves demasiado en la cama.
Es raro pensar que realmente no nos conocemos, que nuestra única unión ha sido el mirarnos tan de cerca que confundimos el aliento del uno con el del otro y que hemos reído y nos hemos besado en tu cama (siempre en tu cama).
Y recuerdo cómo hueles por cada foto tuya que veo. Y memoricé tu espalda la última vez que nos vimos.
Pero seguimos siendo los mismos, aunque nos lo neguemos.
3.12.2008
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3 comentarios:
Entonces no cambies, te queda bien esto,como nostalgico.
Acabo de encontrar tu blog, pero me lo apunto para aprender a matar, aunque sea a una viergen y aunque sea en 10 pasos.
Un saludo,
Bueno, para dormir mejor en camas o incluso mejor, en habitaciones separadas.
Abrazo!!!
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