Puede que dedique el resto de mis días a cambiar estas sábanas. Odio hacer la cama, y se lo dije. Así que, cuando me dí la vuelta, estiró la bajera. Pero, ¿para qué?
Girar de arriba a abajo y enroscar los pies bajo la funda nórdica. "Hace mucho calor aquí" y tiramos la ropa al suelo. Hemos manchado la cama de sangre, de sudor, de nosotros y de nadie. Y mi pelo descansa sobre las ruinas de lo que tú intentaste mantener intacto. Pero con otro final y otro nombre que gritar a las tantas de la mañana.
3.23.2010
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1 comentario:
"Y mi pelo descansa sobre las ruinas de lo que tú intentaste mantener intacto"... genial... más que genial, brutal, con todas las connotaciones que el adjetivo "bruto" conlleva.
Cuántas veces nos vemos atrapados en el "we'd said"...
Grüße
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