4.15.2006

Desperté a tu lado esta mañana.

Y se hizo de día. Y tú estabas recostado entre mis piernas. Y mirabas a todos lados, como si no te convenciese del todo la habitación. Y yo hundí la nariz en tu tripa. Y respiré tu aroma. Y tú me lamiste con mucha delicadeza. Y te abandoné, de día, recostado entre mis piernas, mirando a todos lados, hundiendo la nariz en tu tripa, respirando tu aroma, lamiéndome con delicadeza.

2 comentarios:

Gabriel Noguera dijo...

El gato, espero.

Pat Robles dijo...

Qué bonico que es tu gato!
Un día que dormí en tu casa, estando yo medio dormida me lamió el brazo ^_^ pero suelo pasar de él porque sino me bufa el jodío.

Lucía

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