No he perdido la fe porque nunca la tuve. Lo más cerca que he estado de "dios", ha sido cuando imitaba a las niñas buenas, arias y norteamericanas de las películas y me postraba de rodillas ante mi cama para decir: "Oh, Señor. No sé rezar el Padrenuestro, pero soy una niña muy buena, así que, por favor, haz que la guerra en Sarajevo acabe y, ya de paso, que mis padres me compren unos patines."
De lo de la guerra en Sarajevo mejor no hablamos, pero los patines tuve que comprármelos yo años después.
Lo que quería expresar en el texto de hoy (además de demostrar a mis amigos y enemigos que aún sigo viva para algarabía y desgracia de unos y de otros) es que necesito tener a alguien a quien rezar por las noches. Necesito dar un sentido a una fiesta anual repleta de serpentinas brillantes y regalos caros. Necesito, un día, pensar que hay un lugar mejor.
Tengo fe (por fin) en que tú me lo proporcionarás, tarde o temprano.
12.11.2006
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6 comentarios:
Creo que no hay un lugar mejor, salvo que tú te lo busques y tengas la fortuna de encontrarlo y disfrutar de él un tiempo, antes de que te alcance el siguiente bum inmobiliario.
Difícil petición esa. Y encima hay lista de espera.
Amén.
¿Y para eso no están ya las drogas? :P
Fe en que otro te de fe? Nunca un suicidio estuvo tan anunciado
gen suicida, no seas perverso, ¡coño!
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