Después de clase, me he acercado a hablar con mi profesora de Lengua Española. Había ensayado el discurso durante toda la hora. Sólo quería decirle "El cuatrimestre pasado estuve pasando una muy mala racha personal y, debido a mis depresiones, no he sido capaz de asistir a ninguna de sus clases. Sólo quiero que sepa que voy a esforzarme en este nuevo cuatrimestre y que esa dejadez previa no ha sido por pereza o por algún tipo de prejuicio hacia usted."
Al llegar a su mesa, donde recogía sus libros, me ha dirigido una mirada tan fría que he empezado a balbucear una sarta de tonterías y me ha contestado de la peor manera posible. ¿Comprensión? ¿Para qué? Mi buena señora, sólo quiero que sepa que usted ha jodido completamente mi ánimo y que no pienso volver a dirigirle la palabra.
Que pase un buen día si su poca conciencia lo permite.
2.15.2007
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5 comentarios:
Por ese tipo de actitudes he despreciado yo siempre a los profesores.
Sí, y luego voy y hago el cap.
...
... yo dejé una universidad por eso mismo ...
...
El camino al infierno está lleno de buenas intenciones, dicen los viejos. Así que, sin necesidad de explicarle a ella ni a nadie nada, adelante y punto.
No todo el mundo está preparado para ser profesor...
Una mirada... ¿y adios a toda fuerza?
No. Te creo más fuerte.
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