Payasos ardiendo
esnifan Ajax Pino.
A mí la humanidad
me importa un pepino.
Javier R., filósofo humanista de 8 años.
Mi hermano y yo nos hemos distinguido siempre de los demás por ese sentido del humor tétrico y políticamente incorrecto. Además, siempre hemos tenido curiosidad por el conocimiento, lo que realzaba nuestro estatus de bichos raros. Para más inri, éramos los niños más pálidos del barrio, por lo que los otros niños decían que éramos vampiros. Eso es, vampiros que iban todos los días a la biblioteca a coger libros prestados (cada uno cogía un par y luego nos los intercambiábamos). Hoy mismo hablábamos de nuestra infancia, de aquel libro que cogimos un trillón de veces (era sobre duendes, ogros, brujas y seres encantados), de la escuela. Cuando éramos niños, los dos escribíamos poesía (uno para provocar, la otra para que el ratoncito Pérez estuviese contento y le diese más dinero). También escribíamos ensayos protesta. Y, por supuesto, narraciones. Una de las narraciones más prometedoras de mi hermano, por la cual le animaron, incluso algún profesor, a que publicase, era un plagio temático de Silent Hill 4.
Ahí es ná.
4.14.2007
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5 comentarios:
Buenos genes, tenemos que tener hijos. xD
En una ocasión una escritora me puso a transcribir un cuento. La idea era adentrarse a lo que el escritor pensaba al escribir. Dice una canción (de un grupo mexicano, Cartel de Santa): "sólo soy el reflejo de ma música que escucho". Un fanfic, por cuestiones de copyright, es impublicable, pero confieso que he hecho varios. Escribir es en ocaciones más gratificante que leer. Querer aspirar a más ciertamente nos hace distintos a los demás, aunque no sé si peores.
Escribir ayuda.
Pero prefiero leer.
Sin duda.
Qué encanto de niños...
Fantástico poema!!, ya apuntaba maneras tu hermano ;-D
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