-Fantaseé que entraba a un museo de arte moderno y rajaba todas las pinturas, prendía todos los proyectores y, lo más divertido, degollaba a todos los artistas, críticos y gente moderna en general, que sube a un pedestal a cuatro gilipollas que dibujan como niños retrasados de 5 años y hacen fotos en blanco y negro a sí mismos (con cara de pena) en calles caras de su ciudad.
-Aquí está tu receta.
5.14.2007
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5 comentarios:
La receta efectiva sería hacerlo...
El TAXI DRIVER del mundo artístico, no está nada mal...
Pregunta: te molesta que te comente?
Saludos!!!
Sí, yo alguna vez he tenido ese temor. De hecho no he comentado en anteriores ocasiones porque esperaba a saber si a alguien más le penetraba esa misma sensación.
Es simple lógica: uno o cero, sí o no :D
en la Academia del Arte un joven genio soñó con ver todas las piedras milenarias envueltas en llamas, y lo propuso al final de su carrera como propuesta - para seguir en el ajo han de validar las destrucciones que, antes o después, se van a producir-. A mí me pareció más divertido el Manifiesto Clandestino que un gran Genio dejó abandonado en una mesa de la biblioteca, y que promovió una Revolución interna a través de panfletos insospechados que, por ley escrita en el primer Manifiesto, habían de multiplicarse indefinidamente, de acuerdo a la contracrítica particular de las circunstancias de cada uno. El día que cien estudiantes encapuchados se plantaron en medio de la sala de legendarios a leerles las bases de lo que la Academia iba a ser a partir de ese momento fue el mejor de mi carrera universitaria. Hubo una serie de encontronazos, y profesores desaparecidos, relatos que especulaban sobre su paradero, talleres insólitos que promovían soluciones del gusto de todos, acercamientos al método Bauhaus. Nada volvió a ser lo mismo.
Un aplauso. Tu iniciativa da para una gran película.
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