Era inútil. Toda la lucha no sirvió para nada. Un montón de consignas y de banderas se fueron directas a la basura. La emoción, la esperanza... todo a la papelera. Encontré un par de fotos nuestras, corriendo por la calle y sonreí. Aunque, acto seguido, echase a llorar. Ya nada será como antes. Toda la ingenuidad la perdimos por el camino.
Gracias a dios que existes.
6.07.2007
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10 comentarios:
Esta vez vislumbro algo de esperanza...
Besos!!!
En toda batalla hay que tener camaradas. En toda derrota hay que tener compañeros.
¿Te quedan fuerzas para organizar otra revolución?
Al menos aún están ahí.
vaya, llevaba mucho tiempo sin leerte; me acabo de dar un repaso a las entradas de tus últimos meses y joder, cada día aún mejor que el anterior; me encanta.
un saludop.
... y "K"
Siepre perdemos la ingenuidad, perdemos el ser niños, perdemos la inocencia y nos volvemos malvados, malos, terribles....
Nada será como antes y nos perderemos en el tiempo, recordando el pasado.
En otra vida...
Bueno... sí que sirvió. Por lo menos a toda esa gente que después de pasar su juventud comiendo el tarro a sus compañeros de clase para que fueran a que les pegase la policía o los fachas, acabaron en Consejos de administración de multinacionales, de ministros del Pp, o por lo menos de subsecretarios, gracias a las relaciones trabadas con el resto de la vanguardia del proletariado.
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