7.29.2007

Being

Ayer mi padre conducía y sonaba en la radio del coche un cd que escuchaba cuando era pequeña. Paramos en un sitio a beber algo, pero estaba cerrado. Cuando volvíamos al vehículo entre refunfuños de mi madre, me di la vuelta. Ese sitio me resultaba familiar. Entonces, caí. Cuando éramos pequeños, mi padre conducía 20 kilómetros para ir a una piscina pública. Allí, nosotros jugábamos con unos niños y mi padre comía con una señora. Esos niños tenían el mismo color de pelo que mi hermano y estaban casi tan blancos como yo. Me acerqué corriendo a la verja y me asomé. Allí había un chico pálido y con el pelo castaño oscuro limpiando la piscina. Levantó la vista y nos miramos. Sus ojos eran los míos.

5 comentarios:

Gabriel Noguera dijo...

Qué miedo.

ALOMA69 dijo...

Conozco otro caso, sí, supongo se dará con bastante frecuencia, quizás más de lo que nos imaginamos.

Un abrazo!!!

Marede3 dijo...

Qué fuerte! Doble vida? Lo sabeis del cierto?

Suerte!

Naty dijo...

Encontrarse con los ojos propios (memorable encuentro de vidas paralelas)... Iguales, pero distintas (dos tierras y una frontera)...

Anónimo dijo...

dioses, qué bueno O_o eso te ha ocurrido de verdad?
creo que me he enamorado de tu blog, voy a leer más.
por cierto, soy /luzqueagoniza del fotolog :P :*

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