8.05.2007

The screaming is done

Retirarse a escribir las últimas páginas de una vida. Las últimas palabras siempre a mano. Retíreme para vivir los últimos instantes, suspiros, anhelos de un gran amor malgastado. Vivir para morir sin sus brazos. Uno se muere entre el verde inmenso, la lluvia gris y el cielo encapotado. Un asilo para infieles. Blanco y antiséptico. Entre tanto, me como un trozo de bizcocho casero y un vaso de leche. Ya vendrá la muerte a por mí. Y entonces seremos fieles la una a la otra.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta.

hm, llámame rara, lo primero que he pensado al acabar de leer el texto ha sido "ojalá llueva hoy"... ais.. :P

:*

exLyda dijo...

Escribir a mano cómo la muerte araña a gritos la vida, mientras la lluvia se lleva la crónica de la fidelidad. Pues sí, ojalá que llueva.

marigold dijo...

cuando duele, uno piensa que la sangre se lo lleva todo, que la agonía desaparece y mueren los sentimientos del saber.
un beso grande, devolveme este dolor.
Sool

Gabriel Noguera dijo...

Te quiero.

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