11.19.2007

Ya había muerto por dentro cuando nació

Existía un folleto maldito en esa ciudad. Salía todos los viernes por la mañana y, si buceabas entre sus páginas, todo parecía salido de un planeta extrañamente perfecto. Los colores, las letras y los comentarios a pie de página te sumergían en una realidad alternativa de la que era imposible escapar. Pero, ¿qué era lo que le daba esa cualidad de maldito? Pues que, todo aquello tan cuidadosamente escogido que aparecía en él, desaparecía al poco tiempo.
Que no os dé pena, que realmente se merecían la extinción.

2 comentarios:

ALOMA69 dijo...

No me da pena, no. Lo perfecto puede resultar tan aburrido...

Un saludo!!!

Diego G. dijo...

Degradāre

Es una risa cruel y muerta de figura de calendario
la que se hunde en el celo de los ceños fruncidos
al tiempo que yo me disuado de mí en penachos de humo
de una época que ya no existe.

Es una mano o una teoría completa, con su praxis y sus corolarios.
Es ver que la ciénaga crepita al ritmo de sus exhalaciones,
las de ella, las de la mujer siempre sostenida y que,
gracias a sus volutas, nace y nace y nace siempre, hasta que tu paciencia se agota.
Porque nunca se va, ni se olvida.

Es como si me fusilara un batallón de esclavos,
una ira llena de rencor y bien focalizada.
Es como si las palabras se pronunciasen para no querer significar,
para ser el balde de lo vacío de lo inerme que es la nada.
Es como si la vida fuese un ardor de vivirla
y el degradarnos fuese principio de causa.

*******



Por tratarse de una buena causa.

Un saludejo.


Soy /diegoista, aunque el blog de cine lo tengo MUY abandonado.

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