1.22.2008

The tongue is a twist, perpetual bliss

Hace unos años nos divertíamos mucho dibujando en un folio todas las maneras de matar a una persona. Cualquiera que se nos ocurriera. Mirábamos a la gente en clase, por la calle, en la sala de espera del médico, en la cola del cine e imaginábamos cómo debería ser su asesinato. Al principio era sólo una hoja en blanco, pero fuimos grapando una detrás de otra hasta que conseguimos un librito. Era nuestro placer secreto.
Llegó un día en que las ideas se nos agotaron y las nuevas eran sólo enrevesadas repeticiones de las anteriores, así que decidimos dejarlo. De ese momento en adelante, nuestro nuevo hobbie sería mirar los dibujos una y otra vez, con caras largas (y, de vez en cuando, imaginarnos muertas las unas a las otras, pero esto nunca lo diríamos en voz alta. Nunca.)

2 comentarios:

ALOMA69 dijo...

Hay cosas que es mejor callarse.

Un saludo.

Anónimo dijo...

a lo Bateman. :)

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