-Vamos a cerrarte los ojos.
Eran gente con dinero. Saltaba a la vista con sólo fijarte un poco en la tela de la que estaban hechos sus guardapolvos. No se sabe exactamente cómo acabó allí, en ese apartamento. Es de suponer que la invitaron en algún momento de la noche. El menor de los hermanos estuvo casi toda la noche agarrándola de la cintura. Pero el uso exagerado de una felicidad aparente, el inminente abuso de cualquier cosa que tengamos a mano hace que nos desmoronemos. Y después de tanto besar, de tanto beber, de tanto desocupar la mente y llenar las manos, lo único que quedaba era vacío y su vestido destrozado.
4.30.2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Si quedaba vacío, alguna vez no lo estuvo. Si el vestido acabó destrozado sólo es consecuencia de haber llevado vestido. Yo digo que le valiera la pena, que hay más vestidos que noches.
Atentamente, un fan.
Te traeré algo de Francia.
Hola, espero que te encuentres bien.
A estas alturas sobra elogiarte, por que de seguro ya sabeislo buena que eres escribiendo.
Y venga me interesa que me digas que estas estudiando en la universidad.
Estoy estudiando en la universidad.
¿Que qué?
Filología Inglesa.
¿El uso exagerado de la felicidad? ¿El abuso de la infelicidad?... ummm... es tarde... me voy a su texto próximo... saludos workholidays... pau
Publicar un comentario