Entre las pastas de té que mi madre compró hoy había un par de corazones rojos y brillantes. Son duros y pegajosos cuando los muerdes, pero eso no ha evitado que yo me los meta enteros en la boca y los haya engullido. Porque a eso me dedico: a devorar corazones rojos y brillantes y bonitos. Corazones de esos que los poperos están obsesionados con fotografíar.
Espero que llueva hoy.
Crash, crash, glup.
10.09.2008
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4 comentarios:
Como siempre, muy bonitos tus textos.
Como te hemos perdido por el fotolog, te dejo un link de una bonita canción que seguro te va a gustar
http://www.youtube.com/watch?v=_k1s2xBXMDg
Si, es una patada, pero es lindo :)
¿De qué sustancia hacen esos corazones? Sólo sé que también la hay en verde.
Cecilia lisbón, cecilia lisbón...
Destroza corazones...
Como si fuera una profesión...
Bueno, teníamos que ser buenos para algo en este mundo...
Y tu, aparte de devorar corazones, escribes de una manera fantástica!!!
Gracias por llenar el cyber-espacio con letras que nos dejan mucho en que pensar... y a la vez, nada.
Hoy tampoco lloverá.
Comí unas galletas en forma de corazón muy empalagosas.
Beso!
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