Me tomaría un café, gracias. Y retomaría nuestra conversación. Quizás fuese necesario volver a llorar en tu regazo y pedirte que confíes en mí. No lo sé... ¿tú lo sabes?
A veces no es tan difícil como queremos creer. Y aquí estamos, sentados uno frente a otro, sin tener tampoco mucho que decir.
Gracias por invitarme hoy.
¿Lo escuchas? Es la canción que te canté esa noche al oído. Si me pidieses que subiera ahora mismo a cantártela, lo haría. Una vez te la canté cuando estabas dormido y sonreíste. Quiero pensar que significó para ti lo mismo que para mí.
Bailemos con otra taza en cualquier otra parte. No quiero que nos vean juntos. No quiero verte conmigo.
De nada.
2.24.2009
2.10.2009
Littlest things
Sabemos lo que se siente cuando nos cuelgan las piernas desde el alfeizar de la ventana. El hormigueo de los miembros descuidados, cayendo al vacío, como sobrantes de un muñeco de trapo. Sabemos lo que se siente cuando miramos al horizonte y perdemos el tiempo en esperar a que se ponga la noche. Todo ese tiempo perdido, quizás tenga recompensa y, también quizás, la noche sea más prometedora que la tarde. Pero todo lo que hagamos de noche, será escondido en la memoria cuando llegue la mañana. Ante la claridad, el secretismo que acariciamos de madrugada, no existió nunca.
Y es una pena, la verdad.
Y es una pena, la verdad.
2.04.2009
Let's be quiet, please
Ya ha parado de llover y en el cielo hay un gran sol brillante que me punza el alma, que me atraviesa el cerebro con una aguja de hacer punto. Pero todo sigue mojado y desde la ventana da la impresión de que todo olerá fantásticamente. Debería ser responsable y estudiar, quedarme dentro, trabajando, siendo una pieza más del engranaje pero necesito salir y aspirar el aire húmedo.
(Como húmedos son tus ojos, como húmedos mis labios, como húmeda la mancha que dejamos la última vez)
Uno de los mejores recuerdos que tengo es la sensación que tenía cuando, en días como hoy, salía a la calle a fumar. Todo el veneno del humo se mezclaba con el aire puro, cristalino y limpio. Todo se antojaba posible.
Creo que voy a volver a fumar.
(Como húmedos son tus ojos, como húmedos mis labios, como húmeda la mancha que dejamos la última vez)
Uno de los mejores recuerdos que tengo es la sensación que tenía cuando, en días como hoy, salía a la calle a fumar. Todo el veneno del humo se mezclaba con el aire puro, cristalino y limpio. Todo se antojaba posible.
Creo que voy a volver a fumar.
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