6.06.2007

Una pequeña historia

Llegó un momento en que era insostenible. La situación era imposible de soportar. Carlos me miraba por los pasillos del colegio y me rozaba la rodilla con sus dedos huesudos por debajo de la mesa en las reuniones de departamento. En la cafetería le evitaba. Él se daba cuenta y ponía cara de póquer. No podía soportar el cruce de miradas cuando yo salía del aula y él entraba. Nunca es fácil el romance entre compañeros de trabajo. Por eso, nos lo pensamos muchísimo. Una noche, me llamó a casa. Estuvimos hablando de nosotros, de lo que había pasado aquella tarde al salir del aparcamiento. De lo divino y humano, dirían algunos. Lo divino es el aire que respiramos cuando estamos el uno en compañía del otro. Lo humano es no querer esa implicación. Decidimos hablar y contárnoslo todo antes de dar un paso (fuera en falso o no).

8 comentarios:

Pat Robles dijo...

No sé si continuarla.

Gabriel Noguera dijo...

Yo voto que sí.

Anónimo dijo...

Sii, que continue, puede ser la historia de mi vida ;)

Purgatorio dijo...

Hay que votar para que la continues? Yo voto que si ^^

ALOMA69 dijo...

Dejémoslo a la imaginación de cada un@?

Me gustan las historias con finales abiertos.

Saludos!!!

Absurdo Rutinario dijo...

¿A qué la duda? Una vez lanzada...

Principito Desencantado dijo...

Cuestión difícil no perder la cabeza donde no debes hacerlo.

Que continúe joder.

Anónimo dijo...

hacer el amor y el suicidio, son los intereses mas interesantes q lei

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