9.27.2007

Pitseleh (little one)

Se agachó y le besó las rodillas desnudas. El niño se echó a llorar. Los demás hombres de la habitación se reían. Y yo me senté en el suelo manchado como si nada ocurriese.
Todos me pisaron el vestido y me miraron desde arriba. Comí unas galletas que un chico rubio me trajo escondidas y despedazadas en su bolsillo.
En efecto, tras todo aquello, no pasó mucho más ese verano.

3 comentarios:

Gabriel Noguera dijo...

Ni falta que hacía.

Barto dijo...

¿Es el verano que pasaste en la bodega de un carguero espacial de la cofradía espacial?

ALOMA69 dijo...

Sí, creo que sería suficiente.

Besos!!!

Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.