Me pregunto si todo ha merecido la pena, aunque yo no haya llegado aún a la línea final. ¿Habrá servido todo el sufrimiento para algo? ¿Y por qué existe este vacío en el estómago y esa sensación de que uno se cae a un agujero sin fondo? Busco respuestas en libros viejos, en páginas de internet, en foros de gente que se pregunta las mismas cosas. Hago lo que dicen las revistas (respira hondo, imagina una playa desierta, haz ejercicio diario, no bebas cafeína después de las 5...), doy paseos por el campo y hace meses que no escucho mi ipod.
Pienso en mi familia, en mi pareja, pienso en todo lo que va bien (que es mucho) y me siento culpable por sentirme así, por tener tanta ansiedad, por el nudo en el estómago, por deprimirme por tonterías. Me siento estúpida y pienso en las charlas que les doy a mis amigos, a mi hermano, a mi abuela. Todo el rollo de "Todo irá a mejor" y "Podría ser peor" que no se traga nadie. Porque es en momentos como este en el que el mundo, en realidad, te importa una mierda. Y, tristemente, no es por egoísmo.
6.14.2013
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