12.12.2007

We can beat the sun as long as we keep moving

No tenía moto propia, así que se la robaba a su hermano mayor. Salía a escondidas sin que nadie le viese y rodaba durante horas. El aire frío le cortaba la cara y él sonreía. Sólo paraba cuando el cielo se mostraba anaranjado. En ese momento, repostaba gasolina y colocaba la motocicleta en su sitio habitual. Se acostaba en su cama y se tapaba la cabeza. E inevitablemente, pensaba en ella.
Toda la noche para olvidarla y unas sábanas para recordarla.
Qué miseria.

3 comentarios:

ALOMA69 dijo...

El paseo en moto es un poco de luz entre tantas tinieblas, la verdad es que se agradece algo de esperanza de vez en cuando.

Un abrazo!!!

Skarav dijo...

Muy vampírica estos días chérie...así pasa en diciembre cuando pega fuerte el frío.

Junkidriko dijo...

Soy una basura sensiblera asquerosa.

Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.