Mi vida social se reducía en los últimos meses a una pantalla y unos cuantos botones, puestos uno detrás de otro.
El sábado, una grandísima amiga, me convenció (aunque no hizo falta mucha insistencia) para salir esa noche. Bebimos, comimos, nos deleitamos cuales romanas en plena victoria post-batalla. Creo que Júpiter se enfadó por entregarnos a unos placeres dignos de Baco, por lo que me ha castigado sin mi fiel amigo: el PC.
Ahora me dedico a leer libros sobre romanos ilustres y a ver películas de la misma temática.
Y tiemblo en la sombra al pensar en mi ignorancia con respecto al mundo (y por mundo me refiero a todos áquellos que están fuera de estas cuatro paredes austeras de un aula de universidad)
Puede que me mienta y no me quiera. Puede que todo lo que escribe sea ficción. Puede que, en mi ausencia, se comporte como lo hizo cuando no era consciente de mi presencia. Puede, puede, puede.
Miedo, miedo, miedo.
Y unas adolescentes tardías sueltan risitas nerviosas a mi espalda, que me sacan de quicio y me encuentro a punto de darme la vuelta y escupirles en la cara, acordarme de sus antepasados y dejarles boquiabiertas con mi temple y mi imagen impoluta.
Morid de rodillas, que no sois dignas de estar a mi misma altura.
12.21.2006
12.16.2006
Electra was a bad, bad girl
Hoy le conté a mi madre que no suelo llevar el tabaco encima porque muchas veces me mareo al fumar y tengo miedo de volver a desmayarme en la calle. Mi madre, con una sonrisa de oreja a oreja, me ha dicho que a ella le pasaba lo mismo, pero sólo a veces. Ella misma sabía que mi respuesta sería una confirmación.
Antes me daba un miedo terrible (y por eso contestaba de mala gana a mi padre cuando describía lo inevitable), pero ahora lo asumo con resignación adulta.
Señores y señoras, me estoy convirtiendo en mi madre. Y los tíos con los que he mantenido una relación más o menos profunda, me recordaban en ciertas conductas a mi padre.
Qué miedo da el ser consciente del puñetero complejo de electra.
Antes me daba un miedo terrible (y por eso contestaba de mala gana a mi padre cuando describía lo inevitable), pero ahora lo asumo con resignación adulta.
Señores y señoras, me estoy convirtiendo en mi madre. Y los tíos con los que he mantenido una relación más o menos profunda, me recordaban en ciertas conductas a mi padre.
Qué miedo da el ser consciente del puñetero complejo de electra.
12.15.2006
Democráticamente imperfecta
Él me dijo que era una persona totalmente cíclica. No era consciente de lo que significaba eso.
Él dice que adora no saber qué voy a responder, a hacer, y yo, suelo pensar que es mentira. Que todo eso es producto del enamoramiento.
Pero acabo de pensar una cosa, ¿qué pasa si es verdad? ¿qué pasa si adora mis cambios de humor, mis "te dejo con la palabra en la boca" y mis paranoias obsesivas? Porque, amigos mios, como muchos anónimos dicen, estoy como una puñetera cabra loca.
En definitiva, que yo soy la primera que rechaza a la gente lineal. Por eso, cuando él dice que quiere suicidarse y que quiere subir encima de ese coche blanco, yo pienso: guau.
Y por esos ataques y esas manías, estoy enamorada de él (y porque me hace reír)
Quizás debería confiar más en el discreto encanto de la burguesía mentalmente inestable.
Él dice que adora no saber qué voy a responder, a hacer, y yo, suelo pensar que es mentira. Que todo eso es producto del enamoramiento.
Pero acabo de pensar una cosa, ¿qué pasa si es verdad? ¿qué pasa si adora mis cambios de humor, mis "te dejo con la palabra en la boca" y mis paranoias obsesivas? Porque, amigos mios, como muchos anónimos dicen, estoy como una puñetera cabra loca.
En definitiva, que yo soy la primera que rechaza a la gente lineal. Por eso, cuando él dice que quiere suicidarse y que quiere subir encima de ese coche blanco, yo pienso: guau.
Y por esos ataques y esas manías, estoy enamorada de él (y porque me hace reír)
Quizás debería confiar más en el discreto encanto de la burguesía mentalmente inestable.
12.14.2006
Creepy thoughts of a wasted mind
Hoy ha sido uno de los días más largos que he vivido en toda mi vida.
Ha habido unos cuantos detalles de esos que seguirán siempre en mi cabeza. Por siempre.
Como el sol que se colaba por la ventanilla del autobús mientras yo cantaba Nine Inch Nails y Pixies. O las miradas de la gente, extrañada al verme tararear "Hey hey, my my" en la sección de libros de la Fnac, con el abrigo caído de tal manera que mis hombros quedaban al aire. Un paseo hacia el trabajo, el único que he hecho sin prisas por llegar tarde. La sensación que he tenido al mirar el calendario y pensar en que en menos de 2 semanas volveré a verle. Cat Power en el estéreo del trabajo. El Papá Noel que mi jefe ha comprado en unos baratillos, que sube y baja una cadenita dorada mientras suena un villancico mal grabado. O, simplemente, darse cuenta de que la Navidad ya está aquí, con todas esas caras sonrientes (y falsas) que se pondrán las botas al cenar en Nochebuena.
Tengo una necesidad bulímica de vomitar felicitaciones con muñecos de nieve impresos.
Ha habido unos cuantos detalles de esos que seguirán siempre en mi cabeza. Por siempre.
Como el sol que se colaba por la ventanilla del autobús mientras yo cantaba Nine Inch Nails y Pixies. O las miradas de la gente, extrañada al verme tararear "Hey hey, my my" en la sección de libros de la Fnac, con el abrigo caído de tal manera que mis hombros quedaban al aire. Un paseo hacia el trabajo, el único que he hecho sin prisas por llegar tarde. La sensación que he tenido al mirar el calendario y pensar en que en menos de 2 semanas volveré a verle. Cat Power en el estéreo del trabajo. El Papá Noel que mi jefe ha comprado en unos baratillos, que sube y baja una cadenita dorada mientras suena un villancico mal grabado. O, simplemente, darse cuenta de que la Navidad ya está aquí, con todas esas caras sonrientes (y falsas) que se pondrán las botas al cenar en Nochebuena.
Tengo una necesidad bulímica de vomitar felicitaciones con muñecos de nieve impresos.
12.13.2006
I got my flesh full of blood, I hate rock n roll
Sus caderas se movían cadenciosamente al ritmo de la música. Sus ojos miraban sus largas piernas blancas. De vez en cuando sus labios tarareaban la canción. Otras veces, el labio inferior acababa atrapado entre sus dientes o mojado por su lengua.
La ropa caía lentamente sobre el suelo encerado. Ella no sonreía nunca. Su sonrisa personal eran sus manos acariciando su vientre. Baja, baja, baja.
La voz masculina y ronca del hilo musical, acariciaba su espalda suave y bien definida.
Otra cosa que la definía era que nunca, nunca utilizaba tacones ni medias como las demás chicas. Ella bailaba descalza. Acariciaba el encerado con sus deditos pintados de negro.
Al terminar, me quedé sin palabras y no pude tocarla en toda la noche. Se sintió un poco estúpida, según me dijo. Pero yo estaba maravillado. Y aún lo sigo estando.
La ropa caía lentamente sobre el suelo encerado. Ella no sonreía nunca. Su sonrisa personal eran sus manos acariciando su vientre. Baja, baja, baja.
La voz masculina y ronca del hilo musical, acariciaba su espalda suave y bien definida.
Otra cosa que la definía era que nunca, nunca utilizaba tacones ni medias como las demás chicas. Ella bailaba descalza. Acariciaba el encerado con sus deditos pintados de negro.
Al terminar, me quedé sin palabras y no pude tocarla en toda la noche. Se sintió un poco estúpida, según me dijo. Pero yo estaba maravillado. Y aún lo sigo estando.
12.12.2006
Woman in white dressed in black
El domingo por la noche cogí un autobús a Málaga y mientras intentaba dormir (sin conseguirlo, por supuesto) miré al paisaje de fuera. Era un bosque oscuro, frío, casi sin vida. Los árboles dormían junto con los pasajeros del autocar, mientras yo los observaba en silencio a todos.
Entonces, caí en la cuenta de que hace un año murió mi abuelo. Pensé en ir al cementerio al volver a Madrid. No lo hice porque no quería que él viese (otra vez) mi debilidad.
Pero tengo una espinita clavada.
He de subir, encender un puro y olerlo mientras miro a su tumba.
Le echo de menos y también echo de menos toda la inocencia que se llevó con él.
Entonces, caí en la cuenta de que hace un año murió mi abuelo. Pensé en ir al cementerio al volver a Madrid. No lo hice porque no quería que él viese (otra vez) mi debilidad.
Pero tengo una espinita clavada.
He de subir, encender un puro y olerlo mientras miro a su tumba.
Le echo de menos y también echo de menos toda la inocencia que se llevó con él.
12.11.2006
Personal Jesus
No he perdido la fe porque nunca la tuve. Lo más cerca que he estado de "dios", ha sido cuando imitaba a las niñas buenas, arias y norteamericanas de las películas y me postraba de rodillas ante mi cama para decir: "Oh, Señor. No sé rezar el Padrenuestro, pero soy una niña muy buena, así que, por favor, haz que la guerra en Sarajevo acabe y, ya de paso, que mis padres me compren unos patines."
De lo de la guerra en Sarajevo mejor no hablamos, pero los patines tuve que comprármelos yo años después.
Lo que quería expresar en el texto de hoy (además de demostrar a mis amigos y enemigos que aún sigo viva para algarabía y desgracia de unos y de otros) es que necesito tener a alguien a quien rezar por las noches. Necesito dar un sentido a una fiesta anual repleta de serpentinas brillantes y regalos caros. Necesito, un día, pensar que hay un lugar mejor.
Tengo fe (por fin) en que tú me lo proporcionarás, tarde o temprano.
De lo de la guerra en Sarajevo mejor no hablamos, pero los patines tuve que comprármelos yo años después.
Lo que quería expresar en el texto de hoy (además de demostrar a mis amigos y enemigos que aún sigo viva para algarabía y desgracia de unos y de otros) es que necesito tener a alguien a quien rezar por las noches. Necesito dar un sentido a una fiesta anual repleta de serpentinas brillantes y regalos caros. Necesito, un día, pensar que hay un lugar mejor.
Tengo fe (por fin) en que tú me lo proporcionarás, tarde o temprano.
12.02.2006
Mental Defeat Party
Los locos, los tullidos y los deformes tienen un día de fiesta. Ese día les sacan a pasear, a tomar un helado y a olvidarse de pastillas, prótesis y operaciones.
Lo llaman "el fin de semana de los monstruos".
El lunes por la mañana nos habremos olvidado de todas las pastillas.
Lo llaman "el fin de semana de los monstruos".
El lunes por la mañana nos habremos olvidado de todas las pastillas.
12.01.2006
And Zaratustra spoke this way, ladies and gentlemen
Le había abandonado. Le dejó sangrando, desollado, con todos los intestinos burbujeantes por el suelo y se largó taconeando por encima.
Al exigir un razonamiento lógico de semejante masacre, ella sólo supo decir frases cortas aprendidas de la televisión. "Es por mí"; "Es lo mejor para los dos"; "No hay nadie más involucrado en esto".
Más tarde, con la barriga llena de puntos, se enteró de la verdad. Había otra cabeza pensante en la sombra. Todo había sido una mentira.
Con las tripas en la mano, de nuevo, se juró no volver a confiar.
Ya sabéis cómo acaba.
Al exigir un razonamiento lógico de semejante masacre, ella sólo supo decir frases cortas aprendidas de la televisión. "Es por mí"; "Es lo mejor para los dos"; "No hay nadie más involucrado en esto".
Más tarde, con la barriga llena de puntos, se enteró de la verdad. Había otra cabeza pensante en la sombra. Todo había sido una mentira.
Con las tripas en la mano, de nuevo, se juró no volver a confiar.
Ya sabéis cómo acaba.
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